‘Matar a un ruiseñor’

Tom Robinson es un hombre joven afrodescendienteque ha sido acusado de violar a una mujer blanca llamada Mayella Ewell. Ambos viven en Maycom, un pequeño pueblo del Estado de Alabama, en el sur de los Estados Unidos. La historia se desarrolla durante los primeros años de la década de los 30, en el siglo XX, en medio de la Gran Depresión que sacudió al planeta.

Atticus Finch, abogado prestigioso, caballero ecuánime y honesto, ha aceptado defender a Robinson en el proceso que se le iniciará por el presunto delito. El encargo legal le ocasionará a Finch varios problemas con los vecinos, que no ven con buenos ojos que un blanco defienda a un afrodescendiente en una causa criminal.

Los hijos de Atticus, Jem y Scout, todavía menores de edad, serán testigos y afectados directos por la campaña de desprestigio y ofensas continuas que se lanzarán contra su padre, pero además serán quienes lleven el hilo conductor de la historia en medio de un ambiente marcado por el racismo y la violación permanente a los derechos fundamentales del hombre. Durante el juicio, uno de los momentos más intensos y potentes de la obra, aflorará la conducta parcializada del pueblo en general y del jurado en particular frente a la nula evidencia del delito por el que se acusa a Robinson, pero también saldrán a la luz los perversos actos del padre de la supuesta víctima, un hombre de carácter iracundo y comportamiento cerril, en cuya personalidad se retrata con ironía a la sociedad estadounidense más conservadora de la época.

Ante las injusticias del caso, Finch, siempre íntegro y mesurado, explicará a sus hijos, metafóricamente, que ‘matar a un ruiseñor’ es uno de los actos más perversos y reprochables que puede cometer el hombre, pues aquella ave inofensiva solo es capaz de regalarnos su canto y su belleza.

La escritora estadounidense Harper Lee, fallecida en febrero de 2016, es la autora de este clásico de la literatura universal, ganador del prestigioso Premio Pulitzer y una de las obras más vendidas de la historia. La obra es ante todo un análisis crítico de la sociedad norteamericana de los años 30, dominada por un conservadurismo extremo y por una discriminación aberrante, pero al mismo tiempo es una imagen desoladoramente parecida a lo que sucede hoy en los Estados Unidos, en pleno siglo XXI, cuando por ejemplo un tal Zimmerman, que disparó a un afrodescendiente (Trayvon Martin) en plena calle porque presumía que era un delincuente que iba armado, fue absuelto por el jurado tras un fallo insólito; o cuando se detiene a un hispano porque su piel lo hace sospechoso; o cuando se condena a alguien de tez oscura, sin pruebas, en base a un fallo cargado de prejuicios y temores; o cuando un candidato presidencial de rasgos hitlerianos sube escandalosamente en las encuestas con un discurso racista y segregacionista…

‘Matar a un ruiseñor’ es una historia que debe avergonzarnos no solo por lo que fuimos, sino por lo que somos.

ovela@elcomercio.org

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