A todos nos gustaría que los sueldos fueran más altos. El problema es que por alguna razón no suben y, seamos sinceros, hasta bajan. ¿Por qué no suben los sueldos y qué les podría permitir crecer?
Lo más importante en este tema es entender que “la productividad” es el principal factor que define el nivel de remuneraciones en una sociedad. Al fin y al cabo, una empresa puede pagar a sus empleados en función de cuánto aporta cada uno de ellos a la producción de la empresa.
Por dar un ejemplo, si un empleado aporta USD 500 a la producción de una empresa, si, gracias a la contratación del empleado la producción de la empresa aumenta en USD 500, entonces, lo máximo que se le podría pagar serían esos USD 500, porque si se le pagara más, la empresa perdería dinero. En este caso, la cosa no es tan grave, porque la ley ecuatoriana exige que los sueldos sean de, al menos USD 400 al mes.
¿Pero qué pasa si un empleado sólo puede aportar USD 300 a la producción de una empresa? ¿Qué pasa si, el momento en que empieza a trabajar para una empresa, la producción sólo sube en USD 300, pero a los empleadores les cuesta USD 400? En ese caso hay tres opciones. La primera es perder plata, algo que no es sostenible para una empresa privada. La segunda opción es pagarle USD 300 a pesar de que eso es (en circunstancias normales) ilegal, nuevamente algo que no es sostenible para ningún empleador y la tercera, la única opción realmente sostenible en el largo plazo, es no contratar al empleado.
En un caso como ese, la opción más probable, la trágica opción más probable, es que ese puesto de trabajo no se cree. De esa manera, a ese trabajador sólo le quedarían dos opciones: quedarse desempleado, sentadito en su casa sin hacer nada y muriéndose de hambre o “buscarse la vida”, lo que, en muchos casos significa pasar al sector informal, vendiendo jugos en la esquina o buscando ocupaciones ocasionales, casi siempre, mal pagadas.
Lo triste es que, en el sector informal, no hay salario mínimo. Obviamente el mundo es más complicado que este ejemplo porque en la realidad hay muchas decisiones rodeadas de incertidumbre sobre el futuro, tanto de las ventas que se pueda tener como de los riesgos que se enfrenta al contratar un empleado. Pero al final lo relevante es que si el sueldo mínimo “formal” es muy alto, muchos empleos simplemente no se crean.
Mucha gente cree que los sueldos deben subir cuando los precios suben. Pero eso es irreal. En una sociedad donde los trabajadores son poco productivos, pueden convivir sueldos bajos con precios altos; esa es la dura realidad de la vida. Y todo se puede empeorar si los populistas introducen, encima de todo esto, un alto sueldo mínimo creando el coctel perfecto para la informalidad.