La Quinta Convención del Colectivo Unitario Nacional de Trabajadores, Indígenas y Organizaciones Populares del Ecuador reunida en Riobamba creó la Comisión Nacional Anticorrupción el 30 de mayo de 2015. El 16 de julio, los comisionados reunidos en una oficina cedida a la Comisión por Hernán Rivadeneira, notable ciudadano, eligieron coordinador al economista Jorge Rodríguez (1945-Quito-2020), quien había trabajado en la de Control Cívico de la Corrupción para descifrar la crisis bancaria del segundo lustro de 1990.
Vestía fino. Jugaba golf. Empresario de Seguros, accionista en varios emprendimientos. No fumaba ni bebía. Casado en 1972 con Mónica Moreno, hija de Julio Moreno Espinosa, abogado, alcalde de Quito, contralor general del Estado, embajador en Alemania, diputado y superintendente de Bancos; nieta de Julio Enrique Moreno Peñaherrera, prócer de la Revolución Juliana y preclaro filósofo vitalista. Jorge sentía orgullo de su familia de cercano origen español y de su padre Enrique Rodríguez Moscoso, coronel de Estado Mayor. Jorge era hombre de familia: una hija, dos hijos, tres hermanas y dos hermanos. Jorge se preciaba de su ateísmo; sin embargo, veneraba al Supremo Arquitecto: “Oh antiguo Arquitecto de las gaseosas manos, / los candelabros alzan su lengua hasta tu nombre/ y mi alma adelgazada te besa entre las cosas.” (César Dávila Andrade, “Oda al Arquitecto, 1946). Presidente del Colegio de Economistas de Pichincha, educado en el Colegio Municipal Benalcázar y la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
Mérito que un hombre de tales antecedentes hubiese aceptado una Comisión de origen obrero. Los tres momentos estelares del coordinador fueron: El primero, presentar en Fiscalía las denuncias investigadas a siete de los macroproyectos de Rafael Correa, lo cual le costó una pérdida de medio millón de dólares por el retiro de su licencia para operar seguros, -su principal fuente de ingresos-, la indemnización al personal de la empresa, y el pago de costosos juicios de empleados insatisfechos. A su hijo Felipe, brillante penalista, especializado en Salamanca, España, el presidente del Consejo de la Judicatura le borró del registro de abogados. El segundo, imaginar con Julio César Trujillo la consulta y referendo del 4 de febrero de 2018. Y tercero, crear comisiones anticorrupción en casi todas las provincias, de las que la del Guayas ha sobresalido.
Jorge Rodríguez sufría de un tipo de leucemia y por mucho tiempo padeció de una rara enfermedad que le destruía la mandíbula. En la Comisión lo veíamos entero, entre tanto sufrimiento. Nos dejó un ejemplo de civismo y fortaleza. “Oh invisible Arquitecto de las etéreas manos:/ Tú en nosotros: dormido, vigilante y profundo/ En la secreta nube de la melancolía, / En este vago sueño mortuorio que vivimos, / Respiras nuestro gozo, nuestro dolor, nuestro aire / Y en la noche suprema nos respiras el alma… .”