El coronavirus no da tregua. A medida que pasan las horas, pese a las medidas tomadas por el Gobierno, el virus avanza a toda velocidad y la situación se agrava. Hace unos días hablábamos de un poco más de un docena de infectados, ahora pasan de los cien.
En España, por ejemplo, la expansión del virus ha sido exponencial. En pocas semanas la cifra de contagios subió a 9000 y la de fallecidos es, hasta ayer, de 329. Por ello, no es nada exagerado que, como ha dicho el presidente Lenín Moreno, la cifra de contagios suba en el Ecuador a 800 mil.
Habrá que ver entonces si las medidas adoptadas por las autoridades para frenar y contener la propagación del coronavirus surten efecto. El estado de excepción y el límite al máximo de la circulación van a ayudar pero va a ser fundamental la colaboración de todos.
A más de ello, otra gran preocupación tiene que ver con las consecuencias económicas que va a tener esta pandemia en el Ecuador. No hay cifras todavía. Si vemos solamente lo que está sucediendo a nivel internacional con el desplome de las bolsas y caída estrepitosa de los precios del petróleo, la situación se pondrá más grave. Hay temor de una recesión a nivel mundial.
En nuestro caso, nuestra economía está por los suelos. En los últimos meses ha habido una caída en los niveles de crecimiento y pérdida del empleo en ciertos sectores. Como si fuera poco, la situación fiscal es calamitosa. Los gastos superan con creces a los ingresos que recibe el Estado, estando imposibilitado de cumplir con sus obligaciones internas y externas.
Mientras este lunes el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró por debajo de los USD 29 por barril, el riesgo país de Ecuador subió a 3869 puntos. Esto complica mucho más la posibilidad de conseguir recursos a través de la emisión de bonos y créditos externos.
Sumemos a ello el efecto que va a tener en la economía el coronavirus. Va a darse un bajón importante de las actividades productivas, comerciales y de servicios. Si las protestas de octubre dejaron a ciertos sectores golpeados, el impacto económico del coronavirus llevará seguramente al cierre de cientos de empresas y la pérdida de miles de puestos de trabajo.
En países como Estados Unidos, Italia o España, donde el efecto del coronavirus ha sido considerable, sus gobiernos han confirmado la inyección de ingentes recursos para reflotar la economía y alejarse de la recesión. En el caso del Ecuador, ¿qué se ha planteado? Para ser más claros, ¿con qué plata si el Estado no tiene recursos y la clase política está dividida?
Es urgente cerrar filas. Hoy, más que nunca, debemos estar unidos y poner de parte para tomar decisiones que neutralicen en algo los efectos de la crisis. No es respuesta de que no hay votos en la Asamblea. Pensemos entonces en que el poder legislativo otorgue al Ejecutivo facultades extraordinarias para plantear alternativas. Lo peor aún no ha llegado.