De los objetivos petroleros del gobierno, el más importante es la fusión entre EP Petroecuador y Petroamazonas EP, que busca unificar la administración del sector, algo vital para el futuro de nuestra industria. Buena parte de los ingresos se encuentran comprometidos y los remanentes son indispensables para la economía nacional, lograr que una sola empresa se ocupe de todas las fases de la industria, que tenga autonomía administrativa y financiera, y que su gestión sea reportada con transparencia es un reto alcanzable.
A inicios del 2018 se efectuaron varios talleres de trabajo evidenciando problemas de: seguridad, salud y ambiente; operaciones de producción; refinación; comercialización; industrialización; transporte; compras y materiales; logística y abastecimientos; recursos humanos; finanzas y legales. Se concluyo que el éxito de la fusión será constituir una empresa autónoma, eficiente, basada en indicadores comparables a nivel de la industria. La primera línea de acción fue estandarizar sus sistemas financieros-contables, el Ministro de Hidrocarburos dispuso la implementación de las normas contables internacionales NIIF, no se conoce el avance en la ejecución de esa resolución.
Los problemas encontrados y los beneficios a conseguir reflejaron la necesidad de recurrir a una firma con vasta y exitosa experiencia en transformaciones a nivel mundial, se programó incluir este proyecto en el financiamiento que el BID, entregaría al Ministerio de Finanzas para la reforma y apoyo al sector público. Se conoce que el crédito fue aprobado a fines del año pasado y nada más.
En abril de 2019 se realizó una presentación en la Secretaria General de la Presidencia, contenía un cronograma que requería del compromiso y apoyo de los involucrados para que pueda cumplirse; la creación de una unidad temporal de fusión, responsable del proceso de selección de la consultora, así como de interactuar con ella para darle todo el soporte de información y coordinación con todas las instancias relacionadas.
Un decreto presidencial, de fines de abril, establece que la nueva empresa tendrá patrimonio propio y autonomía presupuestaria, financiera, económica y administrativa; dispone la creación de una unidad temporal, pero no menciona que debe encargarse de la selección de una consultora; fija un plazo para el perfeccionamiento del proceso de fusión, 31 de diciembre de 2020. Vale recordar que en el pasado tenemos experiencias no recomendables como la fusión de Petroamazonas y Petroproducción y el desmantelamiento del holding Petroecuador, remiendos inoficiosos que no cambiaron la situación imperante ni disminuyeron la permeabilidad a la corrupción, esperemos que no se esté fraguando algo similar.