Representantes de los 370 millones de indígenas del planeta aseguran que fueron excluidos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y ahora quieren desempeñar un papel clave en la agenda de desarrollo post-2015 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se terminará de definir el próximo año.
“El mundo todavía se puede beneficiar de nuestro conocimiento e incluirnos en la travesía de los próximos 15 años. Y queremos que esta sea una asociación equitativa, no queremos ser los beneficiarios”, declaró Galina Angarova, la representante en Nueva York de la Fundación Tebtebba, Centro Internacional de los Pueblos Indígenas para la Investigación sobre Políticas y Educación.
En su discurso del 29 de agosto, en la sesión de clausura de la conferencia de las organizaciones no gubernamentales (ONG) que auspició el Departamento de Información Pública (DIP) de la ONU, destacó la necesidad de incluir a los grupos excluidos en los Objetivos de Desarrollo del Milenio y en las negociaciones en curso para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que sustituirán a aquellos a fines del 2015.
Los pueblos indígenas continúan luchando por su derecho a la autodeterminación, que todavía no es una realidad a pesar de que los ampara en ese sentido la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (2007), agregó.
La declaración final de la conferencia DIP-ONG, que se redactó y modificó en un proceso participativo en los últimos meses, se incorporará a la discusión sobre la agenda post-2015 y los ODS en la Asamblea General, la primera Conferencia Mundial de los Pueblos Indígenas que se celebrará del 22 al 23 de este mes, y el informe de síntesis del secretario general de la ONU que se publicará en los próximos meses.
Aunque esta declaración no es jurídicamente vinculante, es sólida en términos de rendición de cuentas y los mecanismos de examen, que son puntos claves en los ODS.
Maruxa Cardama, copresidenta del Comité redactor de la declaración final de la conferencia, dijo a IPS: “Creo que este documento nos puede llevar muy lejos si entendemos el poder de la ley blanda y la política blanda”, agregó.
La Conferencia DIP-ONG del 2014 fue la número 65 y regresó a Nueva York después de siete años, con una asistencia inédita de 2 700 representantes de más de 1 000 ONG de todo el mundo.
Entre los presentes, las organizaciones indígenas argumentaron con convicción a favor de su inclusión en la agenda de desarrollo.
Los territorios de los pueblos indígenas abarcan 24% del planeta y albergan 80% de la biodiversidad del mundo, explicó Angarova. “Muchas empresas se fijan en esos territorios pensando en su lucro futuro. Por eso creemos que el consentimiento previo, libre e informado es la clave. Porque sin él, las empresas tienen la libertad de apoderarse de las tierras y explotarlas”, sostuvo en diálogo con IPS.