Arquetipo de la Vicepresidenta

De los tres candidatos para la Vicepresidencia del Ecuador, la elegida resultó la tercera, la menos conocida; una novedad en política. Aunque ya ha pasado por cargos burocráticos, el personaje público está por construirse. Por ahora conocemos poco: abogada guayaquileña que ha logrado en Aduanas reducir la tramitología, mejorar los sistemas de seguimiento de las mercancías y unificar la inteligencia aduanera en cooperación con el SRI, la UAFE y la Policía. Pero sobre todo ha creado una oficina de fortalecimiento ético y lucha contra la corrupción en aduanas; algo así como lecciones de catecismo en el infierno.

“El que da la misión también da la gracia”, dijo al día siguiente en una iglesia descubriendo su fe religiosa. Las convicciones religiosas no garantizan nada en el ámbito público, sobre todo después de antecedentes tan decepcionantes como los del cura Tuárez y el cura Flores.

El personaje público se construye con los hechos y los dichos en la actividad diaria y tiene que ver con la personalidad y con la función. La distancia entre las expectativas generadas y las realizaciones ejecutadas permite la valoración del personaje en política.

La construcción del personaje público implica, entre otras cosas, encarnar uno de los arquetipos mencionados por los sicólogos y que se utilizan para la creación de personajes en cine o televisión, pero que pudiera aplicarse también a la política. Los arquetipos, según Jung, son patrones de personalidad que son compartidos por una cultura o incluso por toda la humanidad. Los arquetipos definidos por Christopher Vogler son: el héroe, el mentor, el guardián, el heraldo, el camaleón, la sombra y el embaucador. Si aplicamos a la política, diríamos que cada candidato o funcionario asume un arquetipo y se presenta al electorado revestido con esa personalidad.

En el gobierno, por personalidad o por funciones, el jefe de Estado encarna al héroe porque es el conductor, el que se sacrifica por los demás. Es fácil encontrar entre los cercanos al presidente a funcionarios que cumplen el papel de guardián o de mentor. Guardián es el que custodia entradas y salidas y mentor es el consejero del héroe, el que muestra el camino. La sombra y el embaucador son arquetipos negativos que pueden estar incrustados en el gobierno o en la oposición.

¿Cuál será el arquetipo que encarne la nueva Vicepresidenta? Es lo que todos se preguntan ahora. No podrá ser héroe como aspiraba el anterior vicepresidente porque choca con el conductor; por eso se fue para ser héroe en otra historia. El Presidente ya tiene un guardián en el secretario y mentor en la Ministra de Gobierno, según dicen los que conocen el ambiente en palacio. Quedan dos posibilidades: la de heraldo y la de camaleón. El camaleón es cambiante, es difícil de definir para el héroe y para el público, su lealtad está siempre en duda. El heraldo, como en las historias medioevales, es quien anuncia al protagonista. Puede cumplir también la función de expresar el anhelo de cambio.