IPS
En Estados Unidos, las negociaciones para un acuerdo definitivo entre las potencias mundiales e Irán sobre su programa nuclear, que comenzaron este martes 18 una semana crucial, están lejos de la preocupación de su ciudadanía. Pero para muchos iraníes representan la promesa de un futuro mejor.
“Realmente espero que haya un acuerdo justo”, dijo Ahoora Rostamian, un ingeniero financiero de 30 años que vive en la ciudad iraní de Isfahan, en entrevista telefónica con IPS.
“Es muy importante, tanto en lo económico como en lo político… Casi todos los sectores de la industria están afectados por las sanciones, y solo la población, no el gobierno, está pagando el precio”, señaló.
Desde Teherán, Mohammad Shirkavand, quien espera que se firme un acuerdo final para el plazo fijado del 24 de este mes, dijo que este “aliviará las tensiones y permitirá a los occidentales conocer al Irán real”.
“Irán viene desarrollándose incluso bajo un régimen de enormes sanciones, pero cuando haya un acuerdo nuclear final la situación será mucho mejor”, sostuvo el ingeniero médico y guía turístico.
Adnan Tabatabai, un analista radicado en Berlín que viaja regularmente a Irán, dijo a IPS que “la gente tiene muchas esperanzas”. Y agregó: “He visto entre la población un amplio apoyo y confianza hacia el (principal negociador iraní, Mohammad) Javad Zarif… Él bien puede ser el político más popular en Irán”.
Irán y el grupo de países conocido como P5+1 (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, y Rusia, más Alemania) comenzaron este martes una maratónica ronda de reuniones en Viena, con las que buscan lograr un acuerdo final para el lunes 24.
En esa fecha se cumplirá un año de la firma, en Ginebra, del interino Plan Conjunto de Acción, que impidió que el programa nuclear de Irán se expandiera más a cambio de un moderado alivio de las sanciones de Occidente contra Teherán. Todos los funcionarios que participan en las negociaciones insisten en que es posible llegar a un acuerdo exhaustivo en el plazo autoimpuesto.
Pero la semana previa a la apertura de las negociaciones, tres días de conversaciones en Omán concluyeron sin resultados notorios. En marzo de 2013, ese mismo país hospedó la primera fase de reuniones secretas entre Estados Unidos e Irán que cimentaron el camino para niveles sin precedentes de intercambios bilaterales.
El equipo iraní volvió a su país con ideas nuevas, y como “todavía queda una semana” para hacerlas valer en Viena, tienen “mucho tiempo en el reloj diplomático”, dijo Kelsey Davenport, directora de políticas de no proliferación en la Asociación de Control de Armas, con sede en Washington. Según confió a IPS, ella también cree que es posible cumplir con la fecha prevista.