El grupo de Lima, el diálogo internacional y la acción valiente del Presidente interino Guaidó, no han sido suficientes; como tampoco el bloqueo económico, que marca alta presión política, pero que a la vez afecta a la población.
La Corte Penal Internacional CPI (que por cierto no goza del apoyo estadounidense) fue fundada en 1 998, y luego de las ratificaciones de los Estados partícipes, entró en vigencia en el 2 002 con su denominado “Estatuto de Roma”; corte creada en base al concepto de la necesidad de una jurisdicción universal penal, para juzgar a los gobernantes que cometan crímenes de lesa humanidad, entre otros. Sin duda Maduro ha cometido este tipo de delitos, conforme la definición del art. 7 del estatuto mencionado; sin embargo resulta preocupante la lentitud de los exámenes preliminares en curso dentro de la Corte, incluso el demorado accionar de su Fiscal, la misma que debió solicitar en su momento a la Sala de Cuestiones Preliminares, la detención previa al amparo del art 58. de dicho estatuto.
EE.UU. adelantándose a la CPI y asumiendo un liderazgo judicial, ha resuelto a través de su Departamento de Justicia ofrecer ingentes recompensas económicas, a quienes den información útil para el procesamiento y/o captura de Maduro y del resto del “cartel de los soles”, acusados de narco terrorismo. Este hecho arrincona aún más a los usurpadores, y alienta a decenas sino a centenas de militares de niveles medios e inferiores a revelarse y apresar a éstos. Claro está que, Maduro per se no vale ni un dólar partido por la mitad; pero lo que sí tendría precio, sería la ambiciosa valentía de los delatores, y por supuesto el muy positivo efecto liberador que se daría a consecuencia de las capturas, razones por las cuales se justifican las recompensas.
Avecinándose las elecciones en EE.UU., es posible que Trump esté resuelto a muchas cosas, incluso a una intervención (ahora sofisticada, y no necesaria y radicalmente bélica), como fue en su momento en Panamá cuando se dio la captura del dictador y narcotraficante Noriega.
Mientras tanto Rusia y China guardan cierto pragmático silencio, con sabor a distanciamiento, lo cual tampoco son aires favorables para Maduro. Tema complejo, en el cual se mezclan e interponen intereses geopolíticos, económicos y/o jurídicos, cuando los prioritarios deberían ser los humanitarios.
La convención de Palermo útil al momento; así como la efectividad de la fiscalía norteamericana, ya que tengamos presente que el implacable Fiscal a cargo Benczkowski, es el mismo que procesó a Joaquín Guzmán (alias el Chapo); y que EE.UU. logró exitosamente pocos años atrás, encarcelar a los “intocables” del fútbol en el caso FIFA Gate.
Confiemos en que Venezuela no se vuelva la Cuba continental, y que cuanto antes se la logre liberar, incluyendo en última instancia para efectos de las capturas, el uso focalizado de la fuerza, lo cual esperemos no sea necesario.