Todavía el Presidente Lasso no asume formalmente el poder y el correísmo comienza a buscar el beneficio para sus dirigentes enjuiciados sin sentencia; o ya sentenciados en definitiva.
Un primer acto fue acercarse al presidente electo, con un mensaje cordial del ex presidente Correa, redactado en los siguientes términos: “Suerte a Guillermo Lasso, su éxito será el de Ecuador. Solo le pido que cese el lawfare, que destruye vidas y familias. (Revista Vistazo, abril 15).
La traducción y entendimiento de la expresión, lawfare es…“guerra jurídica”, pero el entendimiento es más amplio: ataque contra oponentes utilizando indebidamente los procedimientos legales.
Este lenguaje es diferente al que utilizaba el correísmo, cuando era gobierno. No usa los términos ‘caretuco’, banqueros corruptos, cadáveres insepultos, momias cocteleras y similares, como cuando había que tachar a ciertos opositores, por parte de la principal autoridad del Estado.
El presidente Lasso ha expresado que no intervendrá en la Justicia. No meterá la mano en la Función Judicial. En consecuencia, cualquier posible indulto no vendrá desde Carondelet.
Otro camino es el de la Asamblea. Qué entraña la expresión del legislador de Creo (partido del Presidente Lasso): “aunque Francisco Jiménez uno de los nuevos asambleístas de Creo, insinuó posibles indultos para sentenciados del correísmo…” (EL COMERCIO, 22 de abril 2021).¿Fue un simple error del honorable?¿O manifestación del aforismo:¿Por la abundancia del corazón habla la lengua?
Otro hecho: el domingo 25 de abril en el programa de Ecuavisa, Políticamente Correcto, el destacado partidario del ex presidente Correa, Eco. Pabel Muñoz, francamente indicó que los jueces que condenaron y cometieron error, deberán enmendar sus decisiones, como acaba de suceder en Brasil a favor del ex presidente Lula da Silva.
Como el presidente Lasso no quiere meter mano en la justicia y de él no se puede esperar indulto alguno en favor de los condenados, buscarán el instrumento de la Asamblea Nacional.
Otro hecho: cesaron al Vocal del Consejo de la Judicatura, órgano de gobierno, administración, vigilancia y disciplina de la Función Judicial, así como nominador de magistrados y jueces, Dr. Fausto Murillo, quien en la TV –entre otras cosas- indicó que no se prestaría para favorecer al correísmo.
Hay otras vías para intentar el cambio de los fallos judiciales. Dentro del Ecuador, la propia Corte Nacional (Ex Suprema) vía Recurso de Revisión; la Corte Constitucional, con la Acción Extraordinaria de Protección. Fuera del país, la Corte Interamericana.
En cualquiera de estos casos, no hay seguridad de que sus fallos sean favorables a los demandantes y los trámites duran mucho tiempo: el correísmo busca soluciones inmediatas. Que estas diferencias de opinión no alteren el orden público.