Eso no es depresión

¿Es posible que alguien que sufre depresión decida suicidarse? Sí, es posible. Lo que no es posible entender es que en su carrera hacia la muerte, lleve consigo a ciento cuarenta nueve personas que nada tenían que ver con él. Hago esta aclaración, porque si hay casos de suicidas-homicidas y es un tipo de conducta muy rara.

El Dr. Richard Friedman, profesor de psiquiatría de Cornell, cita cifras de 0,2 a 0,3/ 100 000 por año. Además, señala que quienes cometen este tipo de acciones son hombres entre 40 y 50 años, que las víctimas son personas cercanas como esposa e hijos y la motivación generalmente es la venganza.

Lo que acaba de pasar con el copiloto de una aerolínea alemana es algo inaudito. Esta tragedia ampliamente cubierta por los medios, en gran parte por la enorme demanda o curiosidad de la gente de tener datos, informes, noticias para en parte tratar de explicarse un acto que por sí mismo no tiene explicación.

Los psiquiatras y psicólogos estamos perplejos, no existen parámetros que expliquen algo tan monstruoso como la súbita perdida de ciento cincuenta vidas porque alguien sufría de depresión. Hay antecedentes de pilotos que se han suicidado con sus aeroplanos, la NTBS (Consejo nacional de la seguridad en el transporte de Estados Unidos) reporta de 44 casos, pero lo hicieron en pequeños aviones sin pasajeros y entre sus antecedentes se encontraron factores desencadenantes como problemas legales o rupturas amorosas con esposas o novias. En el caso de Germanwings, no hay datos para pensar en factores desencadenantes lo suficientemente fuertes para poder imaginar una ideación suicida, peor para algo así.

¿Cuál es el riesgo de una cobertura tan grande de algo tan difícil de entender o explicar? Es la demonización, la estigmatización que puede desencadenar, ya que hasta el momento lo único que aparece como explicación es que el copiloto tuvo ideación suicida durante su período de entrenamiento o que estaba bajo tratamiento por depresión. La depresión sí está ligada a ideación suicida y muchos suicidas estaban deprimidos, pero esto no es un individuo que se disparó o vació una botella de barbitúricos. Esto no fue un suicidio; fue un asesinato en masa y la depresión no explica el asesinato en masa.

Al señalar como causa del accidente la depresión del copiloto, se envía un peligroso mensaje de que una persona deprimida puede cometer crímenes horrendos y no es así.

Enfocarse en la depresión como la única explicación de una manera u otra lleva a la estigmatización de millones de personas con trastornos mentales, con la consiguiente consecuencia de que muchos no buscarán tratamiento para sus dolencias. O las esconderán privándose de recibir tratamientos efectivos, ya sea farmacológicos o psicoterapéuticos o la combinación de ambos.  *Psiquiatra

Carlos León-Andrade / Columnista invitado

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