El presidente Trump dijo “el verdadero poder es el miedo” en una entrevista con Bob Woodward el 31 de marzo de 2016 y este periodista, que antes desató la caída de Nixon con el escándalo de Watergate, escribió el libro “Miedo”, sobre la campaña electoral y el primer año de gobierno de Trump. Aquí aparece un personaje que va a hacer historia en la política mundial llamado Steve Bannon, de 66 años, graduado en la Escuela de Negocios de Harvard, que sobre la base del temor por un riesgo imaginario o real, desarrolló los tres ejes políticos básicos que le llevaron a Trump a ser presidente de la primera potencia mundial.
Según este libro, Bannon, un nacionalista radical y populista, le insistió a Trump: 1) “acabar con la inmigración ilegal en masa y limitar la inmigración legal para restablecer nuestra soberanía; 2) recuperar los trabajos del sector manufacturero para el país y 3) salir de las guerras extranjeras sin sentido”, con lo cual fue director de la campaña triunfadora y luego asesor influyente, con acceso directo al despacho Oval, durante el primer año de gobierno de Trump.
Este populismo de extrema derecha no tiene en cuenta que si los capitales del Norte del mundo no vienen al Sur para invertir y crear empleos, los emigrantes del Sur seguirán buscando trabajo de por vida y a como dé lugar; ni mide las consecuencias del proteccionismo sobre el comercio internacional que ya está causando disminución del crecimiento económico del mundo, a cambio del aumento de la producción y el empleo en EE.UU., lo que asegurará la reelección presidencial de Trump.
Bannon salió de la Casa Blanca en agosto de 2018 por diferencias sobre el manejo de la opción militar contra Corea del Norte y desde entonces ha sido un personaje demandado por varios movimientos de ultra derecha que están creciendo en el mundo, empezando por el presidente Jair Bolsonaro de Brasil. Según J.L. Cebrian, presidente del diario El País de España, Bannon está influyendo en los movimientos conservadores radicales de España, Francia e Italia, alentando la conveniencia de exponer ideas extremas sin tapujos, aferrándose a ellas a pesar de todo, en un mundo capitalista cansado del globalismo sin beneficio de inventario.
Bannon (el director) demostró con Trump (el actor) que no hace falta un líder profesional de la política sino quien dirija bien a un improvisador político imprevisible. A lo que Cebrián agrega que todo esto logró a pesar de que “ Trump es más bien un negociante que no un hombre de negocios y un pre-político que dice primero América, primero Yo, primero mi yerno…”, posicionándose de todas maneras como un oportunista exitoso.
La ola supremacista de Trump y Bolsonaro también está influyendo en el crecimiento del neofascismo en Europa, dice Cebrián, especialmente en países como Dinamarca, Suecia, Irlanda, Austria e incluso Inglaterra, marcando el retorno de los extremismos, especialmente cuando la extrema derecha está contra los inmigrantes y a favor de nacionalismos proteccionistas.