Vilipendiada la exportación primaria en el último decenio. Que es una producción sin innovación, basada en la depredación de recursos naturales. Que hay que cambiar la matriz productiva a las tecnologías de punta.
Si hay innovación en los primarios. Veamos el caso del humilde camarón. En los setenta, el gobierno militar reguló exhaustivamente tanto la agricultura como la pesca. La propiedad privada agrícola, cuestionada. La pesca sólo podían ejercerla empresas verticalmente integradas. Se mató la inversión en ambos sectores, lo que no inquietó a las autoridades, que vivían una bonanza petrolera. Los privados reaccionaron sembrando camarón, lo que no era pesca, en salitrales, tierras no agrícolas. Surgió la acuacultura, que no estaba sobrerregulada. Al principio, los camaroneros compraban agua de los esteros, teniendo que estimar la concentración de microscópicos nauplios, determinando a qué especie de camarón correspondían, puesto que son pocas las especies susceptibles de crianza.
En los ochenta hubo una febril investigación acuícola. Se escogió al vannamei nativo del Pacífico tropical del Latinoamérica como la especie óptima para el cultivo. Tan exitoso fue, que los países asiáticos abandonaron su especie, el monodón, por el vanammei.
Se experimentó con distintas técnicas de reproducción en laboratorio; las camaroneras ya no utilizan larvas silvestres. Los laboratorios buscan desarrollar un camarón cada vez más resistente a las enfermedades.
Se experimentó en técnicas de sembrío. Mayores y menores densidades. Incluso en invernadero, como las flores. Hoy el principal reto de la acuacultura es el alto costo de la mano de obra nacional y la rigidez contractual que obliga a las empresas a adoptar técnicas que requieren menos mano de obra. Para exportar colas a EE.UU. los camaroneros ecuatorianos tienen que montar plantas de pelado en Honduras.
La innovación continúa. Cuatro gigantes mundiales de balanceado han comprado o construido plantas en el país para experimentar en distintos tipos de alimentos que mejoren el rendimiento del camarón de exportación. El Ecuador se constituirá en centro mundial de investigación y desarrollo de alimentos para el crustáceo. Se escoge al Ecuador por el vigor y dinamismo de su acuacultura. La mayor parte de los experimentos fracasan; se compensa con creces con los que salen adelante. En el caso de la acuacultura, quienes pierden son los inversionistas, los empleados de las empresas que quiebran, y los bancos cuando no pudieron cobrar sus créditos. Las pérdidas no se socializan.
En los casos de la Refinería del Pacífico, Yachay Y otros perdimos los contribuyentes. En cambio, a juzgar por las revelaciones de Odebrecht, algunos gestores de proyectos ganaron y salieron a disfrutar del dorado exilio.