¿Quién se iba a imaginar que antes de que el presidente Lenín Moreno cumpla 100 días de gobierno asomen en el Ecuador ciudadanos que consideran al ex presidente Rafael Correa como “jefe y número uno de la oposición”? Pues sí. Lo cierto es que los dos personajes se distanciaron pronto y más cada vez. Además, por añadidura, el vicepresidente de turno, Jorge Glas, es amigazo del hombre de Bruselas y está más y más lejos del jefe de turno, Moreno, quien -en respuesta a una carta grosera- le dejó sin funciones y sin avión. Más o menos así comenzó el período y cada día de los casi cien transcurre con una sorpresa. Hay, por ejemplo, altos y medios funcionarios con dos jefes, uno en Quito y otro en Bruselas. Funciona también una Asamblea con 74 aliancistas, en su mayoría correístas y pocos -¿o ninguno?- morenista. Con motivo del nuevo juicio al Vice Jorge Glas parecía que se iba a saber si Moreno tiene hinchas, pero no se llegó hasta esas novedades. Por ahora seguirán votando juntos. Respecto al jefe de la Legislatura, Pepe Serrano, ya dio una versión explicando por qué viajó junto a Capaya. Estaba en USA y volaron en el mismo avión.
Al jefe Lenín le va aceptablemente bien. Su discrepancia con el jefe Rafi comenzó cuando el nuevo presidente saludó atentamente con los milicos y con los periodistas y luego dialogó con moros y cristianos. El rompimiento se dio luego de que Moreno se quejó de que no le habían dejado “la mesa servida” y la deuda era de 56 y no de 28 millones. Perdón, 56 y 28 mil millones. En Bruselas se organizó una sabatina marca Facebook para enfrentar al nuevo adversario. La discrepancia es grande y son mutuas y muchas las acusaciones. No faltó un viaje a Europa de doña Gabriela y el consejero Patiño para dialogar con Rafael sobre todo lo que pasa y lo que no pasa en el Ecuador.
El presidente Lenin va bien, pues en las encuestas, pero tiene sus problemas, entre ellos, por cierto, el caso de la deuda. Las circunstancias determinaron que su equipo económico -De la Torre, Martínez y Rivera- sea el mismo trío que funcionó en el correísmo, un caso que origina comentarios pero se mantiene en pie, a veces con la novedad de que parecen defender al gobierno antecesor. Sin embargo, los comentarios de los economistas son generalmente críticos con el correísmo y algunos duros. Moreno anunció que en septiembre se dará a conocer el esperado plan económico, con todo lo que significa. Ya es hora.
Mientras va pasando el tiempo y se aproximan los primeros cien días del gobierno, hay cada vez más “morenistas” que piden al habitante de Carondelet acudir a una Consulta Popular, con comentarios positivos sobre los posibles temas que plantean. ¿Qué piden? En primer término poner fin a la reelección indefinida, luego terminar con el Consejo de Participación Ciudadana y también con las principales autoridades de control. Hasta ahora no se ha registrado ninguna respuesta. Parece que no es un tema fácil.