Según el ex secretario de la Presidencia, Eduardo Mangas, las declaraciones que se le atribuyen en un audio difundido en las redes sociales “han sido sacadas de contexto y no corresponden a la posición del Presidente de la República”.
El contexto tiene una doble acepción: es el entorno lingüístico del cual depende el sentido de aquello que alguien dice y también la situación en la cual se considera un hecho. La situación fue, en este caso, una reunión política con un grupo de gobernadores. ¿Qué contexto lingüístico puede cambiar el sentido de las afirmaciones de Mangas? Son algunas de ellas de tal calibre que exigen de la Asamblea ejercer sus funciones de control político.
Y resulta esencial conocer la posición del presidente Moreno. El Secretario habló en primera persona de plural, refiere hechos desde su llegada al país para la campaña electoral tras colaborar con Moreno en Ginebra, explica los tres ejes establecidos para el inicio del nuevo gobierno y las cinco estrategias para asegurar la continuidad de la revolución ciudadana. ¿No corresponde todo aquello a la posición del Presidente de la República y su equipo político?
Es irresponsable la actitud del avestruz ante los graves hechos que salen a la luz en el audio. Me referiré solo a tres de ellos: elecciones, diálogo y lucha contra la corrupción. Aunque hay mucha más tela que cortar.
“Perdimos la primera vuelta y perdimos la segunda vuelta también, eso no fue ganado”, reconoce Mangas al comienzo de su intervención, aunque más adelante afirma que ganaron con las justas la segunda vuelta, destaca el papel jugado por los militantes que participaron en el control electoral y habla de acabar con la estrategia de fraude.
El diálogo es uno de los ejes propuestos para el inicio del nuevo gobierno. Muy bien. Pero lo decepcionante es reconocer su carácter falaz y oportunista. “No vamos a ceder en nada, pero tenemos que dialogar, que se sientan escuchados”. Se lo concibe como un mecanismo para construir gobernabilidad y ampliar la base política con sectores sociales organizados, como los indígenas o las mujeres, a los cuales Correa atacó.
Otro de los ejes es la lucha contra la corrupción. Muy bien. Pero… después escuchamos que ellos y sus compañeros, también Correa, sabían que era verdad “todo lo que denunciaron esa Comisión Anticorrupción y Villavicencio y otros personajes tenebrosos”. El nuevo gobierno creó el Frente de Transparencia y Lucha contra la Corrupción con el fin de contrarrestar a la prestigiada y confiable Comisión. Para remate, el Secretario de la Presidencia reconoce que en la Embajada del Ecuador en Bélgica se pagan tres puestos diplomáticos para personas que asistan al expresidente. Además, claro, del equipo de seguridad… ¿No había mencionado lo de tomar en serio la lucha contra la corrupción?