En relación al artículo de opinión publicado por este diario el pasado día 23 de octubre, en la sección A, página 6, titulada “Qatar y Ecuador”, me dirijo a usted con el ánimo de evitar –en la medida de lo posible- que sus lectores sean víctimas de las “Inquietudes disímiles” que el articulista dice padecer (o pretende trasladar) sobre el reciente viaje oficial realizado por el señor Presidente a este país árabe.
En todo caso, sorprende que el texto de referencia apunte a la agricultura como un área en la que Qatar “no puede dar casi ningún aporte” a nuestro país.
Bastaba que el autor se hubiera molestado en realizar siquiera una mínima investigación sobre las importantes inversiones que el Estado catarí está realizando en esta materia, en aras de garantizar la seguridad alimentaria de un país ubicado en una región desértica, como lo es la península arábiga, y que por ello, debe importar la inmensa mayoría de los bienes alimentarios que consume.
En este sentido, le invito a que se informe sobre las tecnologías agropecuarias que han sido transferidas a los países que gozan de esta inversión, así como los espectaculares impactos en la productividad que ésta ha generado.
Es por ello que el sector agropecuario es uno de los de mayor potencial para ser desarrollados a nivel bilateral, tal y como ha quedado demostrado en esta visita presidencial, en la que las conversaciones con Hassad Food hacen prever una próxima colaboración en la industria cárnica y avícola de nuestro país.
Precisamente, la firma del acuerdo para evitar la doble tributación entre ambos países, mencionado en el artículo, representa un paso necesario para que estas inversiones se aceleren, a la vez que robustece los sistemas de control y vigilancia fiscal del Estado ecuatoriano.
Es por ello que la Cancillería ecuatoriana, en coordinación con el Servicio de Rentas Internas y resto de instancias públicas involucradas, ha venido promoviendo la firma de acuerdos de estas características con otros países.
Nota: La carta ha sido editada por razones de espacio limitándose al tema que se pide aclarar. Es evidente que Qatar no tiene tierra fértil, solo el 1% de su tierra es cultivable según la FAO, es tierra árida, carece de agua dulce y compra alimentos importados.