A la fuerte probabilidad de que la presidenta Cristina Kirchner sea candidata a un cargo electivo en los próximos comicios nacionales, se ha sumado en los últimos días la alternativa de que también su hijo, Máximo Kirchner, esté presente en alguna boleta electoral. Cuál sería la reacción del electorado frente a una sobredosis K en el cuarto oscuro y cómo afectaría esa combinación a una candidatura presidencial de Daniel Scioli por el oficialismo son algunos de los interrogantes que asoman frente a ese hipotético escenario.
Entre las alternativas que se barajan para la Jefa del Estado figuran la posibilidad de que encabece la lista de diputados nacionales en la provincia de Buenos Aires; también la de postularse como cabeza de la nómina de legisladores al Parlamento del Mercosur (Parlasur), aunque estos solo asumirían en 2019. Finalmente, existe una posibilidad bastante más remota de que Cristina Kirchner se postule para la gobernación bonaerense. Y, por si esto fuera poco, se están haciendo desde el kirchnerismo consultas jurídicas sobre la viabilidad de que la Presidenta pueda postularse al mismo tiempo para la Cámara de Diputados de la Nación y para el Parlasur. Esto le permitiría estar en todas las mesas electorales del país, ya que los candidatos al Parlasur se eligen con la Nación como único distrito y, al mismo tiempo, soñar con conducir al bloque de diputados del Frente para la Victoria desde el 10 de diciembre.
A Máximo Kirchner tampoco le faltan opciones: desde la posibilidad de presentarse como candidato a diputado nacional por Santa Cruz, donde reside, o por la provincia de Buenos Aires, ya que nació en La Plata, hasta la alternativa de ir por el Parlasur.
Existe bastante convencimiento entre dirigentes y analistas de opinión pública de que la presencia del apellido Kirchner en el acto electoral ayudaría a polarizar la primera vuelta electoral, prevista para el 25 de octubre. No faltan quienes creen que la fuerte repercusión que tendría el combo Cristina-Máximo consolidaría el voto kirchnerista para cualquier postulante presidencial que lleve el oficialismo. Pero están también quienes consideran que esa combinación le pondría un techo al Frente para la Victoria en la primera vuelta, a la hora de captar electores más independientes.
El analista Rosendo Fraga apunta que Cristina y Máximo estarían en las boletas durante las primarias abiertas de agosto y la primera vuelta electoral de octubre, pero no en el decisivo balotaje entre las dos fórmulas presidenciales más votadas, si se llegara a esta instancia. “Al no estar los Kirchner en la segunda vuelta, Daniel Scioli, si fuera el candidato presidencial del Frente para laVictoria, podría actuar con mayor libertad e independencia para salir a buscar votantes no kirchneristas”, puntualiza.
La irrupción en la escena política de Máximo Kirchner sorprendió a todos, a tal punto que el hijo de la actual Presidenta no era medido en los últimos sondeos de opinión pública de las consultoras más conocidas. Confidencialmente, distintos analistas coincidieron en que su imagen es “mayoritariamente negativa”.
Fernando Laborda / La Nación , Argentina, GDA