Impresionado por la publicación de una “rectificación” ordenada por la Superintendencia de Comunicación el 20 de mayo pasado, ingresé a la página https://elcomercio.com/actualidad/documentos-relacionados-cocacodo-ministerio-electricidad, en la cual están los documentos relacionados con la publicación en EL COMERCIO del 5 de abril. Ahí se constata que el monto oficial citado por EL COMERCIO, de 2 851 millones, es decir, 606 millones más que el valor original, está en documentos oficiales, mencionados por el Presidente en el enlace del sábado 21 de marzo, que los ha publicado el diario oficial El Telégrafo, y en una comunicación oficial de Senplades, de 21 de agosto de 2014, en la que actualiza el dictamen de prioridad del proyecto. Consta, asimismo, que se ha pedido explicación a las autoridades respectivas, sin recibir respuesta.
La forma en que se hace la “rectificación” ordenada hace pensar exactamente lo contrario de lo que en realidad sucede, que el proyecto cuesta 606 millones de dólares más. Si el incremento en el costo es al valor del proyecto y no del contrato de construcción, así lo deben explicitar las autoridades, pero lo que se deduciría de la obligada rectificación, es que no es así, que no cuesta más y que lo que publicó EL COMERCIO es mentira. ¿Por qué están entonces esas cifras en los documentos oficiales? La rectificación dice que no se ha firmado contrato complementario, pero nada dice de otros rubros ni del costo de todas las obras adicionales “que debieron hacerse desde mucho tiempo atrás pero no se hicieron”. ¿Cuánto cuestan todas las obras? ¿Son los 606 millones que mencionan los documentos oficiales, que es lo que publica EL COMERCIO? ¡La autoridad que se cree infalible, comete excesos y obliga a rectificar sus propias cifras!
Agresión es el calificativo que merece la resolución de la Superintendencia de Comunicación, que llega al extremo de incluir el diseño de la rectificación y obliga a desdecirse de algo que, según el Editor del diario, se hizo privilegiando el enfoque político, desatendiendo las argumentaciones jurídicas y sin entender los procesos periodísticos para la publicación de un reportaje que cuenta con todos los respaldos documentales.
Y es un nuevo acto de amedrentamiento a la prensa independiente, principal efecto de la Ley de Comunicación que, junto a la autocensura, evita que se sepa la verdad de los hechos tal cual son y no como el Gobierno, este o cualquier otro, quisiera que sea.
El Diario EL COMERCIO es un símbolo de la prensa independiente, de la poca que va quedando. Una agresión como la que está recibiendo, porque a eso equivale ordenarle una publicación diciendo que lo que dijo -con cifras del propio Gobierno- no es verdad, afecta a la credibilidad de la prensa, a más de la afectación al Diario en particular. Y eso, a más de ser muy malo para el país, tarde o temprano repercutirá sobre el propio Gobierno.
Andrés Vallejo