El 27 de junio consta en el calendario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como el Día Mundial de las Pymes, aunque también se incluyen a las mipymes (micro, pequeñas y medianas empresas). La fecha es emblemática para reivindicar el rol que cumplen en el desempeño económico de los países, sobre todo por su protagonismo en la generación de empleo, principalmente en aquellos con menor desarrollo productivo.
Este es el segundo año en el que la ONU reconoce a las pymes. En algunos países, como en Argentina, el Gobierno anunció reformas para atenuar los principales problemas que enfrentan estas unidades productivas y que, al igual que en otras naciones, se concentran en los elevados costos laborales, la pesada carga tributaria y las dificultades para acceder a financiamiento.
Ecuador no es ajeno a esa realidad. En el país, las pymes y mipymes tienen grandes desafíos por delante. Además de los temas relacionados con costos de producción y limitaciones en el acceso al crédito se suman otros aspectos como el exceso de tramitología, la falta de mano de obra calificada, falta de capacitación y asesoría técnica, infraestructura insuficiente, ausencia de encadenamientos productivos, entre otros.
En la Comunidad Andina, las mipymes generan el 60% de empleos, mientras que en el Ecuador operan unas 850 000 micro, pequeñas y medianas empresas que dan trabajo a más de 1,7 millones de personas, lo que evidencia su protagonismo e importancia.
Con la aprobación en el Legislativo de la reciente Ley de fomento productivo se aspira que su aplicación (a la espera del pronunciamiento final del Ejecutivo), traiga beneficios a las mipymes y este sector se fortalezca.
Por lo pronto y a propósito de la celebración del Día internacional de las pymes, en Ecuador se suscribió un acuerdo para llevar a este sector al mundo del comercio electrónico. Sin duda es un aspecto interesante, más aún cuando la Revolución 4.0 nos pisa los talones. Ojalá en el 2019, la celebración sea por todo lo alto.