El silencio de Moreno
Hace dos semanas, la Contraloría notificó al presidente Lenín Moreno la destitución del presidente del IESS, Richard Espinosa.
El ente de control argumentó su decisión en la falta administrativa que cometió Espinosa al eliminar de los balances del Seguro Social la deuda de salud que el Estado mantiene por USD 2 500 millones. El titular de esta entidad obedeció así a un lineamento del anterior Gobierno, del que también fue parte, que de un momento a otro sostuvo que no existía ninguna deuda.
Entonces, Espinosa no dudó en ser parte de la campaña que montó, los días previos a las elecciones, el entonces presidente Rafael Correa, quien mostraba como suyas obras del IESS, financiadas por los afiliados.
Los últimos diez años el Seguro Social fue usado por el oficialismo, con fines clientelares. Se extendió la cobertura se salud para los hijos menores de edad de los afiliados sin un estudio técnico y sin la definición de un mecanismo claro de financiamiento.
En 2015 se redistribuyeron los porcentajes de los aportes: subió el de salud y bajó el de pensiones. Esto provocó un desequilibrio en el fondo de pensiones, que desde el año pasado tiene que recurrir a sus reservas.
También a inicios 2015 se eliminó, a través de una ley, la obligatoriedad de financiar el 40% de las pensiones. Entre el 2011 y el 2015 el Gobierno pagó esos aportes con bonos, es decir con papeles de deuda, lo cual es ilegal, según estableció la Contraloría.
Pero faltaba la guinda en el pastel. Además, el IESS ha sido una fuente de financiamiento constante para sacar de apuros al fisco. Hasta junio le ha prestado USD 7 764 millones, a cambio de los cuales ha recibido bonos.
Es muy peligroso que el Seguro haya sido manejado bajo una lógica política y no técnica, lo cual amenaza su sostenibilidad.
Ayer la Contraloría ratificó la destitución de Espinosa, pero el Presidente se ha mantenido en silencio. Esa señal es preocupante, pues hoy más que nunca se requieren definiciones claras sobre la ruta que seguirá en estedelicado tema.