¿Por qué fracasaron los sondeos al pronosticar el resultado del referéndum británico? La víspera de la consulta celebrada el 23 de junio las encuestadoras locales y las casas de apuestas (consideradas más eficaces en los sondeos) habían adelantado que la mayoría votaría por quedarse en la Unión Europea. Sus pronósticos fallaron: el 52% votó por dejar la UE y el 48% por quedarse.
Una de las razones que explicarían el fiasco es que demasiada gente se decidió demasiado tarde. Es decir, esa masa importante de indecisos que muchas veces es capaz de virar el curso de cualquier elección.
Entre el 20 y 30 por ciento de los votantes toma su decisión final una semana previa a su paso por las urnas, la mitad de ellos el día de la votación, según un informe reciente de la empresa de investigación de
mercado Opinium.
Más que eso, se trataría de un voto emocional y se basó en el desconocimiento y el prejuicio. Los políticos populistas que dirigieron la campaña por el Brexit apelaron al patrioterismo y al nacionalismo. Y a un temor xenófobo hacia la oleada de inmigrantes que golpea las puertas de Europa.
La desinformación fue la aliada de los impulsores de la salida. Seguramente no repararon en las consecuencias económicas de su decisión. La UE es el destino del 50% de las exportaciones del Reino Unido y es paradójico que las zonas directamente beneficiadas por ese comercio son aquellas en las que predominó el voto separatista.
Invocar al pueblo a las urnas es un ejercicio complejo y riesgoso sino hay información veraz para los votantes sobre las tesis en conflcito y las implicaciones de optar por una u otra posición. Es en este terreno donde se debe analizar el papel que jugaron los medios ingleses y sus lectores. Especialmente los de corte sensacionalista que como The Sun, considerado el de mayor tiraje en Gran Bretaña (3,2 millones de ejemplares diarios), realizaron una campaña sistemática que apoyaba la salida de la UE a cualquier costo.