Lo que está sucediendo en Río de Janeiro es algo extraordinario desde el punto de vista deportivo y singular por la circunstancia de que en la capital brasileña, Brasilia, la oposición da los últimos pasos para derrocar a la presidenta Dilma Rouseff.
No solo eso. Hubo otros malos presagios -como el virus del zika y el terrorismo- pero felizmente hasta hoy todo es grato, emocionante y festivo, digno de la ciudad maravillosa que sirve de escenario principal. La Olimpiada moderna número 31 está resultando súper, con la presencia de 206 países y más de 10 mil deportistas y con el sabor que ponen los cariocas y los dólares que dejan los turistas.
El anhelo mundial es que todo termine bien y dentro de cuatro años el gran Japón se luzca en la fiesta olímpica número 32.
Si hay algo famoso es el recuerdo de las fastuosas jornada de antaño, cuando Grecia era una potencia y en su ciudad, Olimpia, se realizaron las Olimpiadas dedicadas a Zeus.
Con fervor hasta su amargo final en el año 394 de la era cristiana. Se reiniciaron en 1896, en Atenas, con escasa pero entusiasta asistencia, y fueron creciendo hasta llegar al apogeo actual.
Es interesante anotar que la primera concurrencia del Ecuador fue muy antigua. Sí, fue en la 7a. Olimpiada, que se realizó en París en 1924, con la concurrencia de apenas 48 países, incluido el nuestro.
¿Cómo así? Gracias al entusiasmo de un loco por el deporte, Alberto Jarrín. Él consiguió dos acompañantes -el velocista guayaquileño Alberto Jurado González y el fondista quiteño sargento Belisario Villacís. Jarrín obtuvo del presidente José Luis Tamayo la suma de 6 mil sucres (1 200 dólares) y los tres se embarcaron en el buque Macoris en mayo (1924, claro) llegando a Francia en los primeros días de julio, siendo recibidos por el cónsul ecuatoriano Luis Barberis.
Todo bien hasta que llegó la hora de competir. Jurado corrió los 100 metros y sus dos amigos los 10 000. Los tres miraron con emoción, aunque de lejos, a las figuras de la época. El cónsul Barberis informó que Jurado había cumplido los 100 metros y los otros dos no corrieron sino 5 000 metros porque cometieron el error de usar zapatos nuevos, comprados en Francia, muy atléticos pero que les apretaron los pies desde la partida.
Ya en Ecuador, los tres, con Jarrín a la cabeza, organizaron los Primeros Juegos Nacionales, en 1926, en Riobamba.
Luego de los Juegos Olímpicos de París se han realizado 24 más, cada uno mejor que otro. Ecuador puso tres deportistas en Munich 1972, uno de ellos -nos consta- Abdalá Bucaram, futuro presidente, inscrito para correr 100 metros pero que no pudo hacerlo por culpa de una lesión.
En 1996, en Atlanta, Ecuador ganó su única medalla de oro y hoy pusimos 38 deportistas en Río.
El gigante sudamericano Brasil usó todo su entusiasmo y se endeudó más para brindar -pese a sus crisis política y económica- unos hermosos juegos y entre los 206 países asistentes constaron dos nuevos en esta lid, Kosovo y Sudán del Sur. El Ecuador cumplió 92 años de su debut.