“Asociación Mundial de Periódicos”. La buscamos en Internet y ahí está. Tiene un buen puesto en la prensa internacional y en su visita se registró un interesante diálogo entre los visitantes Riess y Bonilla y un alto representante gubernamental, Fernando Alvarado. Cada uno dijo lo suyo. Wan-Fri tocó, por cierto, el tema de los millones de indemnización planteados en las demandas –pidiendo que se pase esta página-, el alto número de medios pro estatales y las perspectivas de la próxima Ley de Comunicación. Alvarado defendió la vigencia real de la libre expresión y acusó a la prensa independiente de un supuesto fervor oligopólico y de inexactitud en las denuncias y en las noticias.
No fue un acierto de Wan-Ifra mencionar a Cuba en su diálogo. Con todo lo bueno, lo malo y lo feo del Ecuador y su Jefe, no hay por donde compararlos con la isla, que desde 1959 hasta la fecha no sabe lo que es un periódico independiente. Bien, en cambio, por plantear los deberes oficiales y los periodísticos, incluyendo entre estos últimos la lógica conveniencia de evitar y hasta combatir el insulto, el vejamen y, por supuesto, la injuria. Fue muy interesante, además, destacar la conveniencia de una mediación o de un diálogo, luego de observar, dijeron, con preocupación que “este conflicto entre el Gobierno y la prensa hace daño al país”.
Las miradas no están dirigidas solo a la prensa sino también al Jefe. Más aun, si en una Cumbre –como sucedió en Asunción- funciona como protagonista. A propósito, en una prensa democrática como la ecuatoriana, hay divergencias. El maestro y redactor Enrique Ayala Mora dice que estuvo bien el tirón de orejas a la Vicepresidenta y al Banco Mundial. Los ex cancilleres José Ayala y Heinz Moeller opinan que estuvo mal. Juan E. Guarderas considera que aparece reprochable la conducta del Banco Mundial pero –pregunta- ¿es útil que un Presidente siga manifestando tanta hostilidad a un organismo importante de la economía internacional? Cosas de la prensa…y del Jefe.