ODMs, Pacto Global, 5 presidentes

Sucedió en el 2000, año iluminado para la ONU por dos loables iniciativas: 1. Las Metas y Objetivos del Milenio (ODMs) y 2. El Pacto Global. La primera, una obligación sacramentada por las naciones que nos prometió lograr, hasta el 2105 -este año-, 8 objetivos de altísimo impacto que van desde la disminución de la extrema pobreza hasta el logro de la sostenibilidad del medio ambiente. La segunda iniciativa de ONU, en el 2000: un pacto, que hoy lo componen 12 000 instituciones -¡doce mil!- entre empresas y otras organizaciones, de 145 países del planeta Tierra, respecto a 4 temas trascendentes: A. Derechos Humanos, B. Estándares laborales, C. Medio Ambiente y D. Anticorrupción (éste se dio después, en el 2004).

Objetivo general de los ODMs: “construir un mundo más pacífico, más próspero y más justo, donde prevalezcan los valores de la libertad, la igualdad, la solidaridad, la tolerancia, el respeto a la naturaleza y a la responsabilidad común frente al destino de la humanidad”.

Objetivo general del Pacto Global: “hacer de la economía mundial algo auténticamente sostenible, con prácticas empresariales basadas en principios universales que contribuyan a la construcción de un mercado global más estable, equitativo e incluyente que fomenten sociedades más prósperas”.

Mágica retórica, emotivo lirismo, melindrosas palabras. ¡Han pasado tres lustros! ¿Cuáles son los resultados –medibles, cuantificables- de tanta lambisconería y desenfreno de buenas intenciones? Más bien, afirmo, ¿de un pretendido lavado de caras y conciencias? En lo nacional: han pasado cinco presidentes, desde el 2000, incluyendo al mandatario actual: Mahuad, Noboa, Gutiérrez, Palacio y Correa.

Casi nada se ha difundido, con mediciones, comparaciones de cifras, datos y hechos. Lo exiguo que conoce el país de los ODMs, ha sido –le duela a quien le duela- del mashi Rafael, ha mostrado resultados positivos acerca de la extrema pobreza y sobre algún otro ODM; cierta crónica se difundió en tiempo de Palacio, cuando existía una Secretaría pertinente, pero… ¿nada más? No perdemos la esperanza de que alguna sabatina se destine, exclusivamente, en una rendición de cuentas sobre los ODMs.

Qué decir de las iniciativas privadas, y también públicas, respecto al Pacto Global, que se desperezó –recién- en Ecuador, en el 2011, nada menos que 11 años después, y que, tras plausible esfuerzo, ha alcanzado adherir a 57 organizaciones, entre más de 40 mil que existen en la nación; sin embargo, desde el 2005, alguna institución ha venido insistiendo reiterativamente acerca de los ODMs y el Pacto Global.

Sobre ambas iniciativas: ¿qué estamos haciendo, lo importante o lo urgente? Basta de aparentar, maquillar, barnizar y/o engañar. Ya es la hora de actuar de manera auténtica, antes de que transcurran nuevamente otros 15 años.

Suplementos digitales