Columnista invitado
Tristeza, dolor y vergüenza copan el ánimo de una gran parte de ecuatorianos. Lacerantes realidades: enormes sobreprecios en obras y contratos, negociados petroleros, justicia violada, intervenida, asamblea dependiente del oficialismo, coimas millonarias, generación espontánea de una turba de nuevos ricos, ex contralor prófugo, ex vicepresidente de la república preso, dos ex ministros encarcelados, otros escondidos, gigantesca deuda contraída en el período de mayores ingresos para el fisco, inconmensurables sumas de dinero ocultadas, tribunales integrados por allegados y ex funcionarios del movimiento que gobernaba; leyes y resoluciones maliciosamente elaboradas con el afán de convertirlas en cortinas de futura inmunidad, fiscales y jueces cómplices del oficialismo, asesinatos no aclarados, permisividad y concupiscencia de las altas esferas gubernamentales con traficantes asesinos de la frontera norte, corrupción…. ¡exagerada corrupción! procaz ejemplo para una niñez que se transformó en juventud en la década de mayor oprobio en la historia de nuestro país.
Felizmente la dignidad es inmortal y engrandece a la patria con hombres y mujeres íntegros que, desde varias tribunas, luchan por sanear la podredumbre que brota como testigo implacable de la era de latrocinio.
Cómo no destacar la posición combativa de un grupo de periodistas de radio, televisión y prensa, de los correctos integrantes de la comisión asesora de la Contraloría en el examen de la tramposa deuda pública; de valiosos y experimentados políticos que expresaron su oposición frontal al atraco y a la prepotencia.
¡Como no respaldar a los dignos miembros de la Comisión Transitoria de Control Cívico, presididos por el probo Dr. Julio César Trujillo, cuyo valiosos accionar ha sido temerariamente cuestionado por quienes fueron partícipes del festín que ha mancillado el honor nacional ! ¿ Por qué no reconocer la gestión decidida del contralor subrogante ?
En este resucitar de la moral y de las actitudes ejemplares, es justo enaltecer a esa pléyade deportiva que orgullosa ha izado el pendón patrio al vencer en competencias internacionales.
Cabe relievar el triunfo, en China, de la sacrificada marchista, humilde heroína, Glenda Morejón y del equipo de marchistas que alcanzó el vice campeonato mundial y que está integrado por las deportistas Magaly Bonilla, Paola Pérez y Johana Ordóñez. Nos enorgullece la gesta victoriosa de Richard Carapaz, el fuerte y decidido ciclista carchense, que lidera a los ciclista juveniles, gana una etapa y se mantiene en sitial de privilegio en la difícil competencia europea.
Por todos ellos y unos más, respiramos optimismo y esperanza, anhelamos que la claridad gubernamental concrete los afanes de recuperación nacional de esa noxa de abuso e inmoralidad.