Quiteña consciente, suficiente inteligencia para discernir entre lo que es politiquería o cuadillismo, de los que ya estamos hartos, y lo que es un proyecto serio de progreso para una ciudad. He practicado la política o, en otras palabras, la necesidad de servir, de entregarse a una ciudad y su gente por amor y con pasión, sin pensar en el cuentavotos, sino en el bienestar de la comunidad y de lo que anhelo para el futuro de Quito, la capital. A través de los años como escritora de opinión, he compartido mi creencia de la necesidad de que los candidatos recapaciten, dejen sus vanidades de lado y se unifiquen para ganar elecciones nacionales, seccionales o consultas; demostrando madurez política y un verdadero aprecio por el país y sus ciudades.
Unificarse no quiere decir hacer un revoltijo de lo que sea mientras logre votos, sería como juntar toda la basura que no sea verde, es decir, un montón de cualquier cosa. Unirse significa complementarse dentro de un plan lógico con metas, planificación, vista al futuro: un proyecto de gobierno que sobrepase la elección y el ganar por ganar.
Descubrí la diferencia entre estar y vivir en contra de una persona o ciudad y practicar a favor de Quito. Los candidatos, en su ambición, se ahorcan con sus propias palabras. Lo escuché, lo leí y ¡aún no lo puedo creer! Que se adopten guaguas, como quiera. Que haya algunos que de su amor a Quito sólo quede la campaña que ya parecía eterna. Pero, escuchar una invitación a formar parte de un grupo de personas, aunque estas se hayan unido solamente bajo el lema de: ¡cualquiera que esté en contra del Alcalde! Eso no es unión, eso es juntarse en contra de alguien y sólo denota poquísima, sino ninguna madurez política.
¿Debemos permitir que esta farsa suceda en nuestra capital y entregar un voto en contra aunque él nos disguste? La solución a favor de Quito es: unión con un proyecto de gobierno en pro de la ciudad, propuesta inicial de un preparado precandidato, anterior a la adopción o recolección del que sea mientras esté en contra. Busco un líder preparado que vea más allá de sus narices y que salve a Quito sin enredarse en sus propias palabras y desmedida ambición de ser Presidente, Alcalde, lo que sea. Preparado y maduro políticamente a favor de Quito y no en contra del Alcalde. Busco un Alcalde que esté a favor de la unión con el respaldo de un plan de gobierno que sobrepase y sobreviva a una campaña.
Vivir y estar en contra no produce buenos resultados. Por esto le apuesto al equipo que esté a favor, planifique y proponga, no sea caudillista y menos populista. Un equipo que viva a favor, positivo, con principios inamovibles y metas firmes. Que apueste al futuro digno de la urbe y sus habitantes; que esté a favor de Quito. ¡Seamos exigentes! Votemos a favor de Quito y un candidato serio, positivo, preparado y con un plan de gobierno.