Lolo Echeverría

Nuevo sistema de transporte

Con la obra física terminada, el Metro de Quito ofrece una imagen que llama la atención porque es nuevo y construido por empresas con mucha experiencia en el diseño de este tipo de servicios públicos. El diseño de las estaciones, la señalética, los colores seleccionados, los materiales y las texturas, tienen su propia justificación. Los muros son de material lavable para retirar manchas o grafitis que puedan producirse hasta que la cultura cívica también se ponga al día como la tecnología que exhibe esta obra.

Para utilizar el Metro tendremos que esperar todavía casi un año porque la administración anterior perdió mucho tiempo. La constructora avanzó la obra física, pero no avanzaron las obras complementarias que eran tarea del Municipio. Pareciera que la consigna hubiera sido aplazar su funcionamiento.

Mientras se realizaba la obra física el Municipio quiteño debía organizar todo el sistema de transporte para asegurar la eficiencia del Metro, debía diseñar el mecanismo de cobro y seleccionar al operador del sistema. Irresponsablemente decidió que el propio Municipio sería el operador, eligió un gerente relacionado con el sistema actual de transporte para diseñar el nuevo sistema y, en un arrebato de populismo, anunció que el Metro sería gratuito, subsidiado por el Municipio.

El alcalde Santiago Guarderas ha contratado a una empresa catalana que ha preparado los parámetros técnicos que permitirán realizar un concurso transparente para seleccionar la empresa internacional que operará el Metro. Se trabaja en el diseño de los mecanismos de cobro y en la reordenación de todo el sistema de transporte de la capital.

La meta es inaugurar el tercer trimestre de este año. Ojalá que no aparezcan nuevos interesados en aplazar su funcionamiento. En el tiempo de obligado retraso, el Municipio debiera organizar visitas gratuitas de los ciudadanos para exhibir la obra y promocionar la cultura ciudadana que requiere el nuevo sistema de transporte.

Suplementos digitales