Más allá de los resultados de la consulta popular es pertinente abordar algunos mecanismos usados para obtener el triunfo y qué viene luego del 7 de mayo. Al igual que en el pasado, tan criticado, y que dieron motivo para ello, se ha seguido con prácticas políticas similares pero con nuevos actores, nueva Constitución y otras normas.
Pruebas al canto. El Tribunal Contencioso Electoral acaba de sentenciar en contra de una alianza de organizaciones y movimientos sociales que trabajaron por el Gobierno y a favor del Sí, con recursos del pueblo ecuatoriano, por violentar normas de la Ley Electoral al haber usado imágenes de niñas, niños y adolescentes para proselitismo político. La difusión de propaganda violó la Constitución y el Código de la Niñez, que reconocen los derechos a la libertad personal, a la dignidad, a la reputación e imagen de niñas, niños y adolescentes, a la atención y protección contra toda forma de violencia, maltrato y explotación, que recoge en su dictamen la presidenta del Tribunal, Tania Arias. Empero, no se pasa del llamamiento de atención con el argumento de un vacío legal que dejaron en la Asamblea.
Esta es otra demostración de que unos son los avances y otra la realidad, de continuación de las mismas prácticas en materia político electoral, no solo de autoridades sino de organizaciones, dirigentes y ciudadanos. Tanto se reivindicaron, con razón, los avances en la consecución de los derechos en el Código de la Niñez y luego en la Constitución e incluso en el Código de la Democracia, para continuar con las mismas prácticas con el objeto de ganar en las urnas.
El otro hecho posconsulta se relaciona con el anuncio del incremento de cargas tributarias y ciertas tarifas de servicios básicos (electricidad) en la búsqueda de más recursos para sostener el alto gasto público, de manera especial dedicado al sector social. Existen planteamientos loables para parar el consumo de plástico y otros productos, que contribuyen a la destrucción del planeta. La reducción del subsidio para quienes más usan electricidad, pero es indudable que estas medidas al consumo terminarán repercutiendo y le pasarán la factura al sector medio y hasta a los pobres, que verán aumentados los precios de productos básicos.
Resulta un cuento controlar los precios, que antes de estos anuncios siguen subiendo y se advierten en la tendencia ascendente de la inflación, reflejada en mayo último si se compara con igual período del 2010, según el INEC. Por qué no se asume con responsabilidad de país, sin cálculo político y de votos, una decisión para la eliminación de subsidios, que distorsionan la economía, cuyos enormes recursos se desperdician y que podrían servir para los propios pobres. Ese es el caso de los derivados del petróleo y entre ellos el gas de uso doméstico.