Rafael Correa, Ramiro González del IESS y asambleístas de País han ofrecido a los jubilados del IESS corregir la injusticia de la Ley de la seguridad social que castiga el incremento de las pensiones limitándolo al crecimiento de la inflación anual, 4.44% al 31 de diciembre de 2009.
Padre, madre y parteros de la norma son los mismos que hoy aparecen afligidos y llorosos ante las cámaras de televisión, porque en marzo de 2009, por instrucción de Correa y sugerencia del IESS, sin debate en la Comisión Legislativa, introdujeron en el art. 234 de la ley la norma citada, bajo el falso supuesto que las pensiones existentes a inicios de 2009 eran justas y dignas. En su momento, en esta columna alerté sobre la perversión de la norma.
Las pensiones del IESS, al pasar del sucre a la dolarización, se pulverizaron, a más que en la mayoría del sector público, solo se había aportado sobre la remuneración básica, usualmente no más del 40% de total de la remuneración mensual, con lo cual las pensiones se convirtieron en limosnas.
Incrementos importantes desde 2001 hasta 2009 se paralizaron con la limitación introducida por Correa. Los trabajadores jubilados con posterioridad a la dolarización deberían ser beneficiados con la norma legal del promedio de los 5 años de mejores remuneraciones, que incumple el IESS introduciendo factores de castigo en violación de la ley. Los de Gobierno ahora plantean que se vinculen las pensiones con los rendimientos que por inversiones reciba el IESS.
En 2009, las colocaciones del IESS en el sector privado han rendido sobre el 8.5% anual y en el sector público alrededor del 7%.
El Gobierno repite que por años el dinero del IESS ha estado en el Banco Central sin rendimiento, pero el actual Gobierno ya pasó de tres años. Por tanto comparte la responsabilidad de lo sucedido.
La colocación de USD 165 millones para el proyecto Pañacocha en Petroamazonas, a 7 años, al 5% anual, está bajo los rendimientos de las inversiones del IESS. El pretexto es que la empresa petrolera podría captar dinero más barato en el exterior, cuando Petroecuador, en 2009, se endeudó con Petrochina a dos años plazo con pago en 8 entregas mensuales y garantía de petróleo al 7.25 % anual.
Según el Gobierno, Pañacocha requiere 270 millones y el IESS pone el 60%, con lo que habría una producción de 42 millones de barriles de petróleo, no menos de USD 1 500 millones. De ser tan bueno el proyecto, ¿por qué trabajadores y jubilados son castigados con un bajo interés? Abran los ojos, afiliados y jubilados. Los dineros del IESS no son para inversión regalona, apenas por encima de la inflación del año anterior, que además será precedente para que el Gobierno saque dinero barato del Banco del IESS, bajo su control y decisión.