Cierta izquierda y los populismos culpan de todo al neoliberalismo: de la pobreza, violencia, corrupción, falta de desarrollo, etc. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, es uno de sus paradigmáticos acusadores. El 17 de febrero, el mandatario llegó al extremo de atribuir el asesinato de una niña de 7 años que conmocionó al país, al neoliberalismo. Coherente como proclama ser, lleva más de un año de gestión supuestamente nada neoliberal. Veamos los resultados.
Recesión, caída de la inversión, freno industrial, recrudecimiento de la violencia (10 mujeres y 4 niños asesinados al día) y aumento del desempleo, entre otros. La gran mayoría de datos indica que en México hay importantes retrocesos.
Otro que llena discursos con frases contra el neoliberalismo es el venezolano Nicolás Maduro. La cosecha de su estrategia nada neoliberal es un éxodo de casi cinco millones de personas, la inflación más alta del mundo y una incidencia criminal de miedo.
Neoliberalismo es un término acuñado originalmente en los años 30 por un economista alemán. Tomó auge en los 80. Con el tiempo, ha sido tan manoseado que ganó la categoría de lugar común y de insulto fácil.
Pero ¿qué es el neoliberalismo? La Real Academia de la Lengua señala que se trata de una teoría política y económica que apunta a reducir al mínimo la intervención del Estado. Hasta cuánto es ese mínimo no está claro. ¿Qué países son los más neoliberales? De alcanzar la repuesta a tal pregunta, quizás podríamos descubrir dónde anida el demonio que merece el desprecio de tantos políticos.
Si nos atenemos a las latitudes donde hay libre competencia, comercio abierto, libertad de emprendimiento, disciplina fiscal y una intervención acotada del Estado, podríamos decir que son neoliberales EE.UU., el Reino Unido, Francia, Alemania, Japón y los países nórdicos, entre otros.
¿Son estos países un fracaso? Evaluados con datos puros y duros, difícilmente podríamos afirmarlo.
Cuando Maduro y López Obrador hablan contra el neoliberalismo ¿a qué se refieren? El primero, al parecer, a los países más exitosos, y el segundo, con claridad, a sus antecesores desde los años 80 hacia adelante, es decir, a aquellos que aplicaron políticas liberales junto a estatistas, dosis de alto endeudamiento público, corrupción, falta de disciplina fiscal, etcétera. ¿Eran gobiernos neoliberales?
Entre los economistas modernos no hay acuerdo sobre el significado de neoliberalismo. Quizá lo que importa, más allá de la definición, son los resultados que se miden con datos. Finalmente, es irrelevante si un gobierno es neoliberal o cualquier otra cosa. Lo que indica si hace bien o mal su gestión es el crecimiento, el empleo, nivel de bienestar, educación, estado de derecho.
Estimado lector, cuando vuelva a escuchar el término neoliberal, tómelo como un lugar común repetido hasta el cansancio.