Necesitamos dólares
wspurrier@elcomercio.org
Qué se va a hacer y cuándo para reactivar la economía, es la interrogante que se escucha en todos los ámbitos.
Para que la economía se reactive, hace falta que entren dólares. La reactivación del consumo de hogares significa más importaciones, y sólo es posible importar si hay suficientes dólares.
Los dólares aumentan porque entran más de lo que salen, o porque sale a circular lo que se tiene como reserva. Lo sano es que los dólares aumenten vía exportaciones, turismo receptivo, remesas o inversión. Sin embargo, desde principios de la década, cuando ya no le bastaron los dólares del petróleo, el gobierno gastó buena parte de la reserva monetaria, y buscó dólares por endeudamiento externo.
Se abusó del crédito externo, y ya los acreedores no están dispuestos a prestarnos más. Al contrario, el pago de intereses y amortización de la deuda significan una muy fuerte salida de dólares. El crédito externo se lo utilizó mal: para consumo del gobierno y obras deficientes y con sobreprecio. Esa plata ya no hay, y a cambio tenemos más empleados públicos a quienes hay que pagar sueldos, y obras, como las del sector petrolero, que adolecen de grandes defectos. Si se hubiera invertido bien, el país estaría produciendo más y mejor.
Ahora, las autoridades tienen que esforzarse para crear un entorno favorable a las exportaciones, el turismo receptivo, y la inversión privada. Lo están haciendo. Hay nuevas normas para el turismo, un generoso tratamiento tributario para las nuevas inversiones, se trabaja en levantar trabas para la importación de los insumos para la producción, y crear un ágil mecanismo de devolución de impuestos incorporados a los productos de exportación. Sin embargo, queda un problema de fondo, de difícil solución: el gobierno anterior no le dio importancia a la inflación, y el país se encareció. Hoy, con un dólar fuerte, en Ecuador es más caro para la producción que los países vecinos. La mano de obra es particularmente cara, por eso las empresas, para recuperar competitividad, tienen que reducir sus nóminas. En este frente, el gobierno aún está en deuda. Entre otras tareas, debe reducir las rigideces en el empleo.
Hasta que no se supere este obstáculo a la atracción de divisas, no habrá reactivación.
Como aún no hay iniciativas para superar este problema, las previsiones de crecimiento no son nada auspiciosas. El Fondo Monetario dice que la economía crecerá 0,7%, la Cepal 0.9%. El Banco Central es algo más optimista, 1,4%. Pero este optimismo se fundamenta en el programa de incorporar a la producción el campo Ishpingo en el ITT. Sin embargo, el proyecto del ITT requiere nueve pozos, y se informa que sólo habrá licencia ambiental para 2. Si la producción de petróleo no aumenta, no se cumplirá el 1,4% del Banco Central.