Gracias a Internet son factibles los blogs, es decir los mensajes digitales que burlan las limitaciones de los regímenes dictatoriales. En el exterior hay quienes siguen con verdadera devoción los datos y comentarios de una cubana, Yoani Sánchez, quien desde abril del 2007 inició la difusión de opiniones acerca de lo que sucede en la isla de Cuba, dirigida por el Régimen de los hermanos Castro, desde hace más de medio siglo.
Cuando Mario Alegre Barrios, un periodista del Nuevo Día, la entrevistó desde La Habana, Sánchez expresó singulares opiniones que merecen tomarse en cuenta, sobre todo dentro de la América Latina, sumida por lo demás entre versiones muy contradictorias.
Al solicitarle el periodista un panorama de conjunto acerca de la realidad cubana, Yoani dijo que el Gobierno ha tratado de reducir las diferencias sociales, hasta un punto en que no se las aprecia por parte de quienes vienen a la isla en plan de turismo, pero recalcó que las diferencias subyacen a pesar de todo, y que actualmente en la propia ciudad de La Habana muchas personas solo comen una vez al día.
Recalcó Sánchez que el ciudadano común y corriente asume el problema con estoicismo; que ha sido tan inoculado que no sabe que es pobre, sino que se trata de una costumbre nacional para las personas mayores, a pesar de lo paradójico que resulta que quienes han pasado de los 60 años han sido los principales sostenes del Régimen, los que dejaron su juventud en el esfuerzo por construir las bases del sistema, salvo pocas excepciones de personas muy bien colocadas dentro de la cúpula estatal.
Al explicar Sánchez el sentido que ella da a su trabajo, dijo estar segura que: “Ahora mismo los hombres del Régimen están muy arrepentidos de haber abierto la tecnología móvil a la ciudadanía cubana”. Se trata de una herramienta de valor incalculable. No soy yo solamente quien la ha utilizado; esto es algo parecido a los virus, que crecen con velocidad exponencial.
“A mí me ha tocado luchar con la palabra y lo haré hasta el fin de mis días, aquí en Cuba… Estoy haciendo todo lo posible para que mis nietos puedan gritar y decir lo que se les antoje en cualquier esquina de La Habana; así de sencillo…”.
Aunque reconoció que no hay estadísticas confiables, calculó que un 10% de la población cree en el sistema; que otro 10% cree que hay que desmontarlo completamente y que el 80% restante fluctúa según las circunstancias.
No se atrevió a hacer un cálculo de cuánto más durará el Régimen, pero dijo que el final llegará más temprano que tarde, y que le recordaba al título de una película ‘Últimas imágenes de un naufragio’. Estamos viviendo las últimas imágenes del naufragio del Régimen de Fidel y Raúl Castro. También sostuvo que la influencia de Chávez, al proporcionar petróleo, ha sido funesta, como “el Viagra para el envejecimiento”.