En enero de 2007, en la posesión simbólica de Rafael Correa en Zumbahua, Hugo Chávez refirió como a él se le presentó Correa en el 2005 -entonces ministro de Finanzas de Alfredo Palacio- y la mención que le dio fue la del ‘muchacho’ que se le aproximó. Desde entonces, los críticos de Correa lo han recordado, mofándose con aquello de “el muchacho de Chávez”.
En la reciente reunión de la llamada Alianza Bolivariana -Alba- la expresión regional de lo que se viene llamando el socialismo del siglo XXI, en Caracas, 4 y 5 de febrero del 2012, Correa quiso demostrar que asume iniciativas por sobre el discurso de Chávez.
Se destacan dos:
Su propuesta de medidas contra el Reino Unido, por la usurpación inglesa sobre las islas Malvinas, en solidaridad con Argentina, incluyendo la denuncia del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca TIAR, suscrito en 1947, que en la imputación de Correa fue violado por Estados Unidos cuando las tropas inglesas desalojaron por la fuerza a los argentinos que estaban en esas islas el año 1982 y EE.UU. actuó en solidaridad con la potencia europea. La resolución no pasó, porque el Canciller argentino pidió tiempo para considerar la propuesta de Correa.
La segunda cosa, fue el cuestionamiento a la VI Cumbre de las Américas, programada para desarrollarse entre el 9 y el 15 de abril del 2012, en Cartagena, Colombia. Este foro es de jefes de Estado y Gobierno de los países de América que integran la OEA y como Cuba primero fue expulsada de la OEA y luego se negó a aceptar la invitación de reintegrarse, no ha sido convocada a la Cumbre.
El pedido de Correa es que los países de la Alianza Bolivariana -y expresó que habría que intentar la adhesión de los de la Unasur- no vayan a la Cumbre de no invitarse a Cuba. El Departamento de Estado americano, después de ratificar la intención de Obama de asistir a la Cumbre, con expresión imperial, ha replicado “La Cuba de hoy de ninguna manera cumple con el umbral de participación. Debe haber mejoras significativas en las libertades políticas y la democracia en Cuba antes de que pueda unirse a la Cumbre”.
Colombia bajo el gobierno de derecha de Santos -muy próximo, en el tiempo actual, de Correa- además ha convocado a las 300 fortunas mayores en la región, lo que marca el sesgo buscado por el vecino del Norte.
Surgen preguntas:
¿Estamos ante sólo frases del Presidente?¿Intuye el gobernante lo que van a hacer los de Estados Unidos, Colombia y otros Estados ?
¿No se está jugando a lo Noriega que, cuando la confrontación interna de Panamá no daba más, radicalizó un discurso antiimperialista, para aparecer víctima de la agresión imperial, sin imaginar la magnitud que tomó en diciembre de 1989, actuando con la cobardía de refugiarse en la Nunciatura, donde después fue capturado?
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