Momento de decisión

La misión negociadora regresó de Bruselas, optimista por los avances de un acuerdo comercial con la Unión Europea que se firmaría en el primer semestre.

El que se llegue o no a un acuerdo va a definir el curso de la política económica de los tres años que le restan a este Gobierno, e incluso serán difíciles de revertir por un futuro Gobierno de distinta tendencia.

El Gobierno quiere cambiar la matriz productiva para que la economía del Ecuador se sustente en el conocimiento. País pequeño pero avanzado, como lo son Bélgica o Finlandia. Un noble objetivo.

Lo que debe dilucidarse es si pretendemos alcanzarlo paso a paso, sofisticando gradualmente nuestra producción, o de la noche a la mañana, sacrificando la agroindustria y pesquería que nos ha costado tanto tiempo desarrollar.

Somos los mayores exportadores mundiales de banano, tenemos la mayor flota atunera del Pacífico de América, el mayor de América en producción de camarón en piscinas, arrebatamos a Brasil el primer puesto en producción cacaotera en América, segundo tras Colombia en flores, crecemos decididamente en palma africana.

Exportar alimentos no es ningún baldón. Canadá, Nueva Zelanda, Argentina, Brasil y EE.UU. lo hacen. El problema es cuando sólo se producen bienes primarios.

En 2012, KSP, agencia de apoyo del desarrollo del Gobierno coreano, emitió un reporte para Senplades con recomendaciones para un plan de desarrollo, en base a la experiencia de Corea. El presidente Correa y su equipo son favorables a la vía coreana de desarrollo.

El informe asienta que la estrategia debe ser orientada a la exportación. Requiere escoger sectores prioritarios, y una colaboración estrecha entre el Gobierno y firmas, además de crédito a tasas subsidiadas para una inversión de largo plazo.

Para KSP en el corto plazo debe estar la promoción de exportaciones de alimentos frescos y procesados; en el mediano, los productos metálicos procesados, mientras que los productos en base al conocimiento quedarían para el largo plazo.

Es una estrategia sensata, gradual, compatible con firmar un acuerdo que garantice el acceso de nuestros productos a Europa, nuestro principal mercado, y abra la puerta para los que vayamos desarrollando a medida que nos sofistiquemos, puesto que no es posible migrar a producciones más complejas sin acceso a mercados.

Pero buena parte del Gabinete no está de acuerdo. Considera que mejor estrategia es apostar a un pronto desarrollo de productos inteligentes, lo que sería más fácil si pudiéramos incorporar libremente tecnología que es hoy propiedad intelectual de terceros, y está dispuesta a sacrificar el acceso a mercados de nuestra producción de hoy.

A fin de cuentas, es el presidente Correa, solo con su conciencia, quien deberá optar entre un acuerdo con Europa o lanzarnos al vacío.

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