Cuando escribo estas líneas acabo de ver un tuit electoral del funcionario gubernamental René Ramírez al estilo de “ya viene el lobo” de la privatización de la educación con Lasso. Muy fácil hablar de la paja en el ojo ajeno cuando tienen una viga en el propio. Hablo específicamente de TAME, compañía aérea del Ecuador, destinada a servir fundamentalmente las necesidades de transporte de pasajeros y carga a nivel nacional, que está al borde del colapso y a punto de concesionar, subastar o vender rutas porque el gobierno le ha llevado al borde la quiebra. Los relatos que circulan en redes sociales sobre las últimas semanas de cancelaciones de vuelo sin previo aviso, cero atención al cliente, gritos y desesperación por la falta de elemental sentido común en manejar viajeros angustiados, impacientes es ya vox populo. ¡Valiente manera de defender y manejar las empresas públicas: primero llevándolas al colapso y luego a la quiebra!
TAME empezó siendo una compañía militar de las tantas que se crearon al final de los años 60s en áreas donde no había aún interés del capital privado. Ecuador es un país particularmente necesitado de una compañía así, pues la empresa privada intentó varias veces competir, pero las rutas fuera de Quito, Guayaquil y Cuenca no son rentables, los costos altos y la institucionalidad pública presa de presiones. SAN y SAETA lo intentaron, pero estas compañías también pedían y lograban de cuando en cuando subsidios de combustible, préstamos blandos, condonaciones.
Aerogal de Gabriela Sommerfeld también lo intentó con cierto éxito, pero terminó vendiendo su compañía. En el caso ecuatoriano, éste es un monopolio natural.
Y, aunque el manejo de TAME nunca fue particularmente brillante, se defendieron bastante bien en estas cinco décadas de creación.
Plan V publicó que hasta abril de 2011 que manejaron la compañía los militares, TAME tuvo cuatro millones de dólares de utilidades netas, 960 empleados y sólo seis gerencias. Pero como se imaginarán, estos años de absoluto control de la Revolución Ciudadana terminaron con más de 100 millones de dólares en pérdidas, 1600 empleados y 26 gerencias. Esto sin contar alrededor de 70 millones de dólares que Venezuela le adeuda. ¿Se pregunta por qué su vuelo está demorado? Tal vez está fletado con funcionarios del gobierno en algún viaje nacional o internacional. No es que esto último no pasaba antes una que otra vez, pero ahora el abuso se ha elevado a la enésima potencia. En síntesis, Reyes Midas al revés: todo lo que han tocado está en problemas.
No podía dejar de escribir este tema con tristeza e indignación. Mi padre trabajó ahí como tripulante años atrás y mi tío, que acaba de morir, Marco Berrazueta, dedicó años y mística a trabajar por la institución hasta ese 2011. Es una prueba más que los que irrespetan las instituciones terminan arruinándolo todo, incluso lo que funciona. TAME como servicio público debe ser restituido y respetado.