Los mejores libros del 2013

Cuando los años entran en agonía, aparecen las famosas listas: los mejores, los peores, los más y lo menos, son apresados en aquellos formatos tan divertidos y esclarecedores. He buscado las listas de los mejores libros del 2013. Por desgracia las que encuentro son de lugares ajenos al Ecuador.Y es que la realidad de este país es lapidaria: según la propia Cámara del Libro, el índice de lectura en Ecuador alcanza la vergonzosa cifra de medio libro por año. En consecuencia, a casi nadie le interesan los libros, ni siquiera para completar su ínfima cuota de lectura. Por esta razón, me aparto de las listas de los más vendidos, que generalmente para los buenos lectores son alertas instantáneas para no comprar, y ofrezco a los pocos interesados en leer una lista de los mejores libros que han llegado a mis manos durante el 2013 : Empiezo por la literatura ecuatoriana en la que disfruté de las nuevas ediciones de "Estación de lluvia" y "El retorno de las moscas", ambos con la impronta recia y bien pulida de Javier Vásconez. También apareció una nueva novela de Modesto Ponce, "Los lenguajes de la piel", en una trama erótica de prosa limpia. Tuve la oportunidad de paladear el libro "Cuentos fríos y calientes" de Édgar Allan García, una imaginativa recopilación de textos del escritor esmeraldeño. Y por último, la excelente novela de Juan Pablo Castro, "Los años perdidos", una obra profunda, amena y magnética con personajes inolvidables.

La literatura de otras partes del mundo me dejó también obras magníficas: Las colosales "Hijo de Dios" y "Meridiano de sangre" de Cormac MacCarthy; la despiadada y magistral novela de Hubert Shelby Jr. "La habitación"; Philipe Roth con las altamente recomendables novelas "La humillación" y "Némesis"; Paul Auster con su último libro "Invisible". Una vez más volví a extasiarme con una obra maestra de Jonh Banville " Antigua luz" y, por supuesto, con Benjamín Black y "Muerte en verano". El descubrimiento del 2013 ha sido para mí el argentino Sergio Berti con una gran obra narrativa "El país inventado". Leí nuevamente al mejor Juan Gabriel Vásquez, al de antes y al de hoy, primero en "La historia secreta de Costaguana" y luego en "Las reputaciones". Mario Vargas Llosa me entusiasmó con su ensayo "La civilización de espectáculo", y cómo no, con su nueva novela peruana "El héroe discreto". Conocí la desgarradora historia de Piedad Bonnett en "Lo que no tiene nombre"; y con Cortázar, como siempre, descubrí una nueva "Rayuela". Llegó también a mis manos la bella y sutil novela de Kawabata "En el lago"; y volví a otro autor al que siempre uno regresa con confianza, Alessandro Baricco y su "Emaús". El chino Mo Yan me deslumbró con "Sorgo rojo", y Mishima me sobrecogió con una obra digna de constar en todas las listas del mundo "El marinero que perdió la gracia del mar". Feliz año, lectores.

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