Medardo Oleas Rodríguez
Columnista invitado
Una señora es asesinada, en un lugar céntrico de la ciudad, ante la mirada de muchas personas, y guardias de seguridad, uniformados pero desarmados. Por suerte este psicópata, un joven extranjero, es detenido por la Policía Nacional, y esta siendo juzgado, esperando que los jueces lo sentencien con una pena, acorde a la gravedad del delito cometido.
Esta violencia injustificada que termina con una vida, no tiene otra explicación, que la llegada sin control de miles de extranjeros, el desempleo que se incrementa, ante la falta de trabajo, miles de personas se dedican a mendigar, o al asalto y robo a personas, hogar y negocios, porque al parecer es muy fácil para estos delincuentes adquirir armas de fuego, y formar pandillas, hechos conocidos por la Policía Nacional, pero como los policías no pueden realizar directamente investigaciones previas, no pasa nada, porque la Constitución y el Código Integral Penal dicen que solo los Fiscales pueden realizar la investigación Pre procesal y Procesal Penal, cuando en la practica los fiscales que son abogados, no realizan tareas directas de investigación.
Todos tenemos que solicitar medidas:
1.- Controles al ingreso de los extranjeros, para evitar que vengan delincuentes prontuariados, que se exija el pasado judicial;
2.- Autorizar que los guardias privados de seguridad, puedan portar armas de fuego, única forma de detener a los delincuentes armados que asaltan domicilios y edificios;
3.- Que la Policía este autorizada a realizar labores de inteligencia, sin autorización de los fiscales, para desmantelar las bandas delincuenciales que operan en la ciudad, y que son conocidas por los ciudadanos y los policías, para que bajo la figura penal de la asociación ilícita o la delincuencia organizada, puedan detener a estos delincuentes, antes de que cometan delitos, y ponerlos para su sanción a ordenes de la justicia penal;
4.- Que se realicen batidas permanentes a las cachinerias, para evitar que los objetos robados sean comercializados libremente, si no hay oferta no hay demanda.
5.- Que se autorice a los ciudadanos que tengamos domicilio registrado en la ciudad, podamos portar armas, como un derecho ciudadano para la protección de la vida y patrimonio, ya que es un absurdo presumir que por tener armas un ciudadano pueda cometer un delito. La tenencia de armas tiene que estar regulada y controlada, no prohibida.
6.- Establecer que el uso de las armas de fuego en caso de agresión a la Policía Nacional, o utilizada para repeler ataques delincuenciales, no sea sancionada por la ley.
7.- Políticas de Estado para controlar a los miles de extranjeros que han ingresado, para vigilar su estadía, brindándoles en lo posible medios para su subsistencia, para evitar que vivan mendigando en las calles, o peor aún que formen bandas delincuenciales.