Por un lado, la prensa te cuenta en grandes titulares que ciudades como Medellín están amenazadas de muerte por bandas integradas por ex miembros de grupos paramilitares; por otro, lo que la prensa no te cuenta es que esta urbe en particular ha realizado uno de los esfuerzos más extraordinarios y singulares por retornar a la paz. Buenos alcaldes, planificadores avezados, educadores comunitarios, artistas, arquitectos, y por supuesto, la misma comunidad drenada por tanta muerte e inseguridad, han colaborado en esta última década para revertir el orden de cosas.
Y Medellín se ha vuelto una de las ciudades más atractivas de América Latina porque está siendo reconstruida por y para los propios ciudadanos. Larga y montañosa como Quito, a 1500 metros, tan poblada como Guayaquil, sus habitantes sienten gran arraigo por su tierra. Transformar una de las ciudades más violentas del mundo, significó facilitar la movilidad ágil, digna y asequible a todos los sectores. El metro de superficie, con aportes y tecnología española, articula cual columna vertebral el norte con el sur; nuevas líneas como el metro plus han extendido sus servicios; parte de esta red, el teleférico o metrocable, te lleva al sector popular rehabilitado, Santo Domingo.
En él uno de los centros de acción es el Parque Biblioteca España, diseño de Giancarlo Mazzanti, que alberga una serie de servicios comunitarios, bibliotecas para diversas edades. Elegante y dinámico, te ofrece programas familiares de fin de semana, espacios para exponer tus necesidades o aptitudes, lugares de exhibición. Alrededor, saltan en patineta o montan sus nuevas bicicletas por el parque que acompaña este gran centro, un verdadero termómetro de la comunidad. Poco turismo internacional aún, mucho local. El Parque Biblioteca Belén, de Hiroshi Naito, más delicado en su concepción, registra una conmovedora exhibición sobre los desaparecidos. Y así otros. La Empresa Pública de Medellín es un modelo de descentralización de servicios.
En los días de fiestas navideñas y fin de año, los atractivos y visitadísimos “alumbrados” prenden la ciudad con diseños distintos cada año. Los parques están a tope; cada uno ofrece programas educativos de altísima calidad. El Parque Explora, claramente inspirado por el Exploratorium de San Francisco, te acerca al mundo de la ciencia. Frente, el Jardín Botánico te permite reconocer la botánica tropical. Museos, como el de Antioquia o el Parque de Botero en el corazón de la ciudad, acentúan el tema de lo lúdico y la necesidad de que a través de ello se reconozcan las pérdidas y las carencias como una forma de rehabilitación y costura sociales. La ciudad es para los ciudadanos, un modelo de ciudad, vecino modelo para ser replicado.