A pesar que las expectativas iniciales del gobierno actual fueron de profunda preocupación, pues se estimaba iba a ser una administración obediente al exPresidente, se empezaron a brindar luces de independencia como dar espacio para el proceso seguido a Jorge Glas, expresar el desorden de la economía en una “mesa no servida”, afirmar que la deuda pública era de aproximadamente USD 57 mil millones y no menos de USD 30 mil millones como sostenía el anterior mandatario, nombrar un buen Ministro de Hidrocarburos en una área tan vital para la economía, establecer canales de comunicación y diálogos con el sector productivo y ex opositores políticos.
Se pensó que el gabinete del área económica iba a ser renovado por un grupo de profesionales que le produzca un cambio de forma y fondo a la conducción de la política económica, sin embargo, ese cambio hasta la fecha no ha llegado. No solo que no ha llegado sino que se resumen en una ley fileteada que no va a reactivar la economía y un proceso de endeudamiento tan acelerado y oneroso como el del gobierno de Correa. Algunos hemos agotado esfuerzos por hacer llegar al gobierno nuestras opiniones sinceras, cívicas y desinteresadas, pues no buscamos cargo alguno, pero no han sido recogidas ni aplicadas.
Se produce a los 7 meses la necesidad de nombrar un nuevo Vicepresidente de la República que se asume podría complementar al Jefe de Estado, alguien que, en términos financieros, le genere valor, le brinde el respaldo necesario para que pueda cumplir de mejor forma sus altas responsabilidades, no obstante, se nombra una terna descendiente directa del anterior presidente. No solo que no le robustecen al binomio presidencial sino, lamento decirlo, le puede producir otro tipo de problemas. Se decide otra vez priorizar el tema político y se deja a la economía en manos de un equipo de principiantes que en cualquier momento correrán al lado de su anterior jefe. Nadie desconoce que buscar apoyos políticos es importante, sobre todo en la Asamblea Nacional, pero sin una economía sana nadie se va a quedar del lado del Presidente. La ciudadanía va a regresar a verle al gobernante y decirle que si la mesa no estaba servida porqué no se la arregló.
Nadie, ningún técnico, está en capacidad de dar fechas cuando se desata el problema que se está acumulando, lo que sí puedo anticipar es que esa factura va a llegar. La deuda adormece y hacer ver que todo está bien. Es como un cáncer indoloro que cuando se hace sentir es muy tarde.
Ahí sí vendrán los problemas con toda la crueldad y rudeza: moratorias de deuda, atrasos con proveedores del estado, sueldos no pagados, desabastecimiento, más desempleo y pobreza. No quiero que eso pase. ¿Será la consulta y su resultado la esperanza que algunos tenemos? Suerte o muerte.