Gabriel García Moreno y su régimen han sido desde hace muchos años motivo de debate y enfrentamiento en el Ecuador. Su asesinato es uno de los crímenes políticos mas famosos de nuestra historia. Su imagen igual ha servido como epítome del buen católico o del déspota.
Pero, para bien o para mal, invariablemente se la ha asociado con el poder, la fuerza y la represión.Las explicaciones sobre la acción de García Moreno y sobre lo que significó el garcianismo, sin embargo, no han sido las mismas. Sus seguidores lo ven como un providencial hombre de Dios que sacó al país del caos, conteniendo el crimen, civilizando al pueblo y construyendo obras. Sus adversarios lo consideran un tirano déspota y sanguinario que se ensañó con el dolor ajeno, aunque a veces no han negado su esfuerzo constructor. La figura de García Moreno, con la de Alfaro, enfrentaron a la historia conservadora con la liberal y polarizaron la interpretación histórica del país por décadas.
Hacia los años setenta del siglo XX, sin embargo, cuando el debate confesional fue superado, también la visión sobre García Moreno comenzó a cambiar y, sin negar su acción creadora o represiva, se lo consideró como actor del proceso de construcción nacional. La explicación histórica del garcianismo adquirió una nueva dimensión, más allá del anacrónico debate.
El brutal asesinato de que García Moreno fue víctima el 6 de agosto de 1875 ha sido objeto de reiteradas elucubraciones y disputas. Aunque se conoce bien a sus ejecutores, la identidad de algunos de sus instigadores y autores intelectuales y varias de sus ocultas motivaciones, han quedado sin aclararse.
¿Lo mató Faustino Rayo por venganza? ¿Fue víctima de una conspiración de jóvenes liberales inspirados por Juan Montalvo? ¿Qué papel tuvieron sus propios ministros en los hechos? ¿Qué hicieron los militares que estaban de guardia a pocos metros del Palacio Nacional donde el presidente fue asesinado? ¿Cómo se investigó el acontecimiento? ¿Quiénes fueron sancionados?
Como me he dedicado por años al estudio del régimen de García Moreno, me pareció en un momento dado que debía estudiar más detenidamente su dramático asesinato. Luego de un buen tiempo de trabajo logré estructurar un texto que denominé: “Memoria del ‘gran tiranicidio’, El asesinato de Gabriel García Moreno”. Es una investigación detenida sobre las circunstancias y autores de ese crimen, que se transformó en uno de los más feroces de nuestra historia.
Ese trabajo, con otros de la vida y acción del “gran tirano”, se publican en el libro: “García Moreno: su proyecto político y su muerte”, editado por la Universidad Anadina Simón Bolívar Sede Ecuador y Paradiso. La obra, desde luego, no espera decir la última palabra, sino alentar más preguntas y respuestas.
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