“Más Ecuador en el mundo, más mundo en Ecuador” es el nuevo objetivo que se puso el Presidente una vez que constató que la vacunación marchaba a velocidad de crucero. Visitó a López Obrador para destrabar las negociaciones con México y la Alianza del Pacífico. Conferenció telefónicamente con Vladimir Putin y Xi Jinping, y ambos acordaron negociar acuerdos comerciales. El Presidente chino puso marzo como fecha para culminar el acuerdo, lo que implica negociones aceleradas.
Los equipos negociadores del Ministerio de la Producción tendrán que trabajar a marchas forzadas. Hasta ahora, la prioridad era el acuerdo comercial con EE.UU., pero el presidente Biden es proteccionista. No ha contestado las llamadas del presidente Lasso. Con Washington hay excelentes relaciones a nivel de gobierno, pero no hay acogida para un acuerdo comercial.
El acuerdo más urgente es aquel con Moscú. Rusia es excelente cliente de banano y rosas ecuatorianos. Ecuador dejó de calificar como beneficiario del SGP ruso, sus productos pasan a pagar arancel, y los exportadores tendrán que absorber ese costo para no perder mercado. Un acuerdo comercial con Rusia no debería enfrentar mayores escollos, y podría lograrse rápidamente y consolidaría el acceso liberado del banano y rosas.
Con China, habrá que aprovechar la apertura de su Presidente. China es el país más populoso del mundo y tiene una muy alta tasa de crecimiento, por lo que el consumo de la nación crece prodigiosamente. China importa cantidades crecientes de banano y camarón, a pesar de ser un gran productor de ambos. Ecuador es su mayor proveedor de camarón y tiene una importante presencia en banano, pero en competencia con los países vecinos de China, que no pagan arancel: Ecuador es el primer exportador mundial de camarón y banano, pero India, Vietnam, Indonesia y Tailandia son sus inmediatos seguidores, en camarón, y Filipinas, en banano.
Un acuerdo con China requiere que el país replantee su política industrial. China es el mayor exportador del mundo de productos de consumo duradero, y sin duda requerirá que el Ecuador los desgrave. Ecuador tendría que acceder, probablemente bajo un esquema de eliminación gradual de aranceles, como se hizo con la Unión Europea. La industria de ensamblaje tendría un cronograma para reorientar su producción a líneas que no requieran protección.
Un acuerdo con China también es conveniente puesto que las petroleras chinas tienen una importante presencia en el país, mientras que las grandes de EU.UU. y Europa no asoman. La banca europea ya no financiará el comercio de crudo de la Amazonía, mientras que la banca china si lo hace. Y China está dispuesta a financiar obras públicas, reemplazando a los europeos, que lo hacían en los setenta y ochenta. Habrá más Ecuador en China, y más China en Ecuador.