Atendí una invitación de almuerzo, de Roberto Maldonado, hoy presidente de la Cámara de Industriales de Cuenca y empresario destacado en la industria y el comercio del país.
Me recibió en su casa, a pocas cuadras del centro de la ciudad, que compró hace más de 40 años y que no piensa cambiarla. A la entrada, ingresando a la sala, un cuadro de su padre, persona fundamental en su vida y también de la empresa de la cual es Presidente Ejecutivo y que hoy dirige.
Con un PIB Industrial per cápita superior en 30% al del resto del país y que supera el valor de la canasta básica familiar, Cuenca se posesiona como la cuidad con el mayor valor agregado de la industria y uno de los mejores sitios para vivir en el Ecuador.
La industria Cerámica, Línea Blanca, Neumáticos, Cartón y Papel, Plásticos, Alimentos y Bebidas, Textiles y confecciones y últimamente un importante desarrollo de software y tecnología. Y sin lugar a duda, la mayor y mejor oferta de muebles de Ecuador, representan el aporte de esta urbe, que entrega al país y al exterior extraordinarios productos de alto diseño y funcionalidad.
Conversamos con Roberto, sobre el absurdo valor de los pasajes de avión entre Cuenca y Quito, la falta de un nuevo parque industrial y un centro logístico acorde a las necesidades actuales. El actual esta saturado desde hace años y los emprendimientos industriales se hacen en tierras que eran fincas de familia y que no cuentan con la infraestructura para una operación eficiente. Igualmente, sobre las vías de acceso y salida de la ciudad, con tramos de dos carriles, uno de ida y uno de vuelta. La carretera Cuenca a Puerto Inca y la Cuenca a Ambato prácticamente conservan la estructura del siglo pasado, cuando el resto del país tiene vías de 2 y hasta 3 carriles por lado.
Interesante es el hecho que en ministerios y cargos relevantes de la estructura pública y del gobierno anterior, la participación de ciudadanos cuencanos no ha sido menor, pero desde mi punto de vista, esto no ha retribuido a la ciudad en proyectos importantes que aporten a la competitividad de sus agentes económicos.
Hay una tarea importante por hacer, ¿le tocará al sector privado gestionar estos temas?, seguramente sí, en lo que se pueda, y los gremios tendrán que presionar a las autoridades locales y nacionales para que se tomen acciones en los temas que rebasan la iniciativa privada.
El Ministro Pablo Campana en su última visita a Cuenca se llevó la tarea, esperemos que con el equipo correspondiente la inicie y defina una hoja de ruta para que estos temas se concreten. Lo más sencillo arrancar con los valores de los boletos aéreos, y lo más complejo dotarle a la ciudad de elementos que brinden un desarrollo y una competitividad mayor a la existente.
Por el momento las autoridades locales están entretenidas con el Tranvía, monumento a la mala gestión, y que servirá como atractivo turístico y como medio de transporte público para algunos cuencanos, pero sin duda para muy pocos.