El alcalde Jorge Yunda cumple una agenda totalmente pública, lo cual no significa, sin embargo, que la manera en la que se propone administrar la ciudad, así como sus metas de mediano y largo plazos, estén del todo claras.
Sabemos que prefiere las redes sociales para comunicarse y que confía en el contacto directo con la gente; que apuesta por tendencias absolutamente ganadoras como haber escogido a los administradores zonales a través de un concurso público, o la donación de mascotas recogidas en la calle.
Asimismo, que es disciplinado y proactivo y que quiere escuchar a sus asesores. Que está preocupado por la difícil tarea que tiene enfrente, que quiere hacer un buen papel como alcalde, y que le gusta la idea de crear hechos mediáticos que le han permitido subir sus cifras de aceptación mucho más allá de los votos con los que llegó a la Alcaldía.
Pero al mismo tiempo, solamente se puede especular sobre la manera en la que quiere sortear las dificultades políticas que tarde o temprano se le presentarán en el Concejo Municipal cuando se deba decidir sobre los numerosos problemas de la ciudad y que van más allá de los anuncios del día a día o del manejo de su imagen pública.
Adivinar su agenda es todo un reto. Y uno puede equivocarse si se guía por lo que se vio antes de su posesión. Se suponía que hubo una transición ordenada con Mauricio Rodas y que incluso existía la posibilidad de que se diera alguna línea de continuidad, pero el paso de los días solo ha confirmado que las coincidencias solo eran un espejismo.
Parece más bien que quiere tomar la mayor distancia posible de su predecesor, aún más lejos de la impronta que cada autoridad quiere poner a su gestión. El programa Salud al Paso fue cortado de raíz y hay cuestionamientos al manejo del plan estrella de la esposa del exalcalde, los Guagua centros, para citar dos casos.
Desde luego, el tema que mayor molestia ha causado al nuevo Alcalde y a su equipo de trabajo tiene que ver con el presupuesto del 2019. La gente escuchó un debate con cifras muy distintas pero entendió que el margen de maniobra para la nueva administración es pequeño, al menos durante este año.
Sin embargo, no hay pistas firmes sobre lo que va a pasar con grandes problemas como el transporte público (dirigentes incluidos) y el funcionamiento del Metro; el manejo de los desechos y la contaminación; la inseguridad pública, el desempleo y el impacto de la inmigración de ciudadanos venezolanos.
Es cierto que Jorge Yunda tiene unas pocas semanas en el cargo, pero conoce bien los problemas de la ciudad, pues los ha tratado desde los medios de comunicación. Va llegando el momento en que tendrá que ocuparse menos del manejo de su imagen y de su popularidad y más de los temas pendientes de la ciudad. Hasta ahora, reina el misterio.