Clarito nos narra el Diario EL COMERCIO (09/23/2014) sobre la última marcha de los trabajadores, del pasado miércoles 17 de septiembre, que “agrupó una serie de demandas al Gobierno que fueron más allá del espíritu inicial de la convocatoria”.
Y sin dramatismos fáciles ni pretensiones históricas, se señala también que fueron cinco frentes distintos los que participaron en la marcha, tales como: de trabajadores, organizaciones políticas y sociales, de estudiantes y de autoconvocados.
Consta también en esta narración la opinión del analista político Luis Verdesoto, quien sin extraviarse por los dédalos de la fantasía “cree que este es el resultado de un Régimen que ha afectado a diversos sectores de la sociedad con diferentes medidas. Es producto de la arrogancia de creer que el Gobierno tiene toda la legitimidad del mundo. En política se debe procurar no pisar todos los callos al mismo tiempo. La marcha del 17 fue una inmensa locomotora formada por vagones heterogéneos pero a la vez articulados”.
Y como si fuese un diestro rejoneador, pero sin caballo, el presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano, Roberto Aspiazu, clava su banderilla señalando “que el tema de la reelección indefinida e inmediata es uno de los asuntos que les preocupa, sobre todo por la intención del oficialismo de hacerlo vía enmienda”.