Mano negra

En el proceso de transición de la dictadura a la democracia, el Tribunal Supremo Electoral presidido por el doctor Rafael Arízaga cumplía consignas emanadas de las autoridades nacionales para evitar el triunfo de unos y permitir el de otros. A este Tribunal se le conoció como el de la “Mano negra”, apelativo que inmortalizó al doctor Arízaga como un maniobrero, con calidad impropia de dirigir un organismo cuyo único fin es organizar el proceso de elecciones y garantizar que respondan a la voluntad mayoritaria de los votantes.

El Consejo Nacional Electoral rememora esas épocas. Su conformación plural por el Consejo de Participación Transitorio fue para que hiciera un contraste claro con lo que pasó en los últimos diez años. Los antecedentes de algunos de sus integrantes hicieron pensar que distintas épocas venían y que se podía confiar en su acción.

Divergencias entre sus integrantes afloraron y es vox populi que un grupo de consejeros ha venido integrando los diversos órganos electorales con control de determinados partidos, lo que ocasiona que en Pichincha, como ejemplo, los “asesores” de la Presidenta sean dos “asesores” de Ricardo Patiño. En Pichincha gana la lista 5 de concejales, insólitamente, con una votación mayor que la de su candidata a la Alcaldía. Y los votos nulos, también insólitamente, pasan del 22%. Y los de Prefecto, del 19%.

El comportamiento del Consejo al no definir el procedimiento para escrutar los votos nulos en la elección de miembros del Cpccs es extraño y censurable. Los representantes socialcristiano y de Alianza País, se opusieron a que los votos nulos sean computados de la misma manera que los válidos. Cuentan los votos válidos por el número de dignatarios a ser elegidos, y los votos nulos como si fuera emitido para uno solo de ellos. Y la Presidenta del Consejo se lava las manos y se abstiene. Si se computan los nulos con el mismo criterio de los válidos, su número supera al de cualquiera de los elegidos, en claro mensaje de repudio a la existencia del Cpccs y de la ilegitimidad de sus integrantes: entre votos nulos y blancos superan en 27% a los válidos.

¿El voto del representante socialcristiano responde a la precaución de no embarcarse en una opción que podía perder –y que no ha perdido-, como sucedió en la Consulta de la metida de mano a la justicia que ganó Correa con una mínima diferencia? ¿ O elucubra contar con un Cpccs que permite acaparar el poder, si se gana la presidencia? La vocal de Alianza País, ¿ha retornado al seno correísta, aun cuando fue nombrada por el sector morenista? La Presidenta del CNE está en la obligación de explicar su comportamiento, que no responde a los propósitos de reinstitucionalización del país en virtud de los que fue designada.

En cualquiera de los casos, los tres consejeros mencionados están reeditando acciones que hacen imposible no recordar al Tribunal Supremo Electoral de la Mano Negra, de tan ingrata memoria.

Columnista invitado

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