Hace quinientos años, el 31 de octubre de 1517 Martín Lutero clavó sus 95 tesis en la puerta de la Iglesia del Palacio de Wittenberg. Esa fecha se volvió paradigmática, ya que se la considera como un hito en el inicio de la Reforma Protestante, uno de los grandes procesos de la historia de Occidente y, en varios sentidos, también de la historia mundial.
Uno de los rasgos centrales del protestantismo fue la demanda de que los fieles leyeran dierectamente la Biblia. Para ello, debía ser traducida a los idiomas que hablaba la gente. Lutero la tradujo al alemán y contribuyó a su consolidación. La difusión mundial del protestantismo estuvo siempre ligada a la divulgación de la Biblia en lenguas vernáculas.
La necesidad de contar con una Biblia traducida al castellano fue llenada por Casiodoro de Reina, que publicó su obra en Basilea en 1569. Una nueva versión revisada por Cipriano de Valera, fue publicada en 1602. La Biblia Reina-Valera, que es un clásico del Siglo de Oro Español, se convirtió en la versión castellana por excelencia. Aunque su influencia en España fue reducida, en América fue el libro más divulgado de todos los tiempos. La usan misioneros y congregaciones de todas las denominaciones en todo el subcontinente.
En el siglo XVI la reforma se expandió por el norte de Europa, pero la Iglesia Católica logró detener su difusión en el sur. España imperial fue el baluarte de la “contrareforma”. Por ello, sus colonias americanas se cerraron a los protestantes, que solo llegaron a tener una presencia marginal. Con la independencia, el crecimiento del protestatismo en la región latinoamericana estuvo ligado al desarrollo de los estados nacionales y sus rasgos laicos.
En la historia de América Latina el luteranismo y la reforma han tenido enorme influencia. Fueron perseguidos por el Estado Colonial y luego, restringidos por los estados nacionales hasta períodos recientes, aunque se dieron también notables situaciones de apertura. Las comunidades evangélicas y las misiones han marcado la vida de las sociedades latinoamericanas en muchos sentidos, especialmente en la consolidación del laicismo, el reconocimiento de sus diversidades e identidades, así como en la vida social y política. Basta constatar el impacto de las traducciones de la Biblia en la preservación de la cultura de varios pueblos indígenas y la influencia electoral que los evangélicos han tenido en algunos países.
Con este antecedente la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador y el Colegio de América, Sede Latinoamericana han organizado el Seminario Internacional: “La reforma luterana y su influencia en América Latina”, que tendrá lugar los días 21, 22 y 23 de este mes en el paraninfo de la universidad. La mejor manera de conmemorar la reforma es reflexionar sobre ella.