No se trata de perseguir las aglomeraciones, ni el uso de licores. Cuando las autoridades disponen que no se los consuma, ni realicen reuniones sociales, con baile incluido y “licor artesanal”, están sancionando porque originan contagio de la peste coronavirus. … “en una semana de operativos policiales se comisaron más de 2.800 litros de licor artesanal” (Ultimas Noticias, 30 de julio).
El licor “artesanal”, es un término nuevo pero se refiere al mismo aguardiente de caña de azúcar, obtenido con la molienda en trapiche y que los habitantes del Ecuador lo hemos ingerido; y, en ocasiones antiguas, dieron origen a conmociones sociales como la Revolución de las Alcabalas de 1592; y las siguientes de 1780 en adelante, estas últimas expresamente por la venta de aguardiente.
La Revolución de las Alcabalas, iniciada en julio de 1592, tuvo como causa la creación -por parte de la autoridad de España- de un impuesto del 2% sobre las ventas de ciertos artículos del mercado público, como nos recuerda el Historiador Federico Trabucco. (Síntesis Histórica de la República del Ecuador). Este impuesto afectó también al aguardiente y ocasionó una verdadera guerra en la que participaron inclusive sacerdotes de la Iglesia Católica. “El clero, así secular como regular, tomó parte en los sucesos; dividióse en dos partidos; unos favoreciendo a las claras la Revolución; y otros se pusieron del lado del Presidente”, entonces Manuel Barros de San Millán. (Monseñor Federico González Suárez.-Historia del Ecuador) El héroe civil de la revuelta fue Alonso Moreno de Bellido, quien murió a causa de 6 tiros de arcabuz, provenientes -al parecer- del sector del gobierno, donde tenían esas armas de fuego.
Al final, no pagaron los impuestos de alcabalas, igual que en Lima y el Cuzco.
Años más tarde, volvió la conmoción, pues desde 1775 habían establecido el “Estanco de Aguardientes”
El 10 de enero de 1780 se produjo un levantamiento en Quisapincha … “por haber introducido en el pueblo algunas botijas de aguardiente que se vendieran por cuenta del gobierno”.(Pedro Fermín Cevallos-Historia del Ecuador.) Los levantamientos populares en protesta por este propósito, no se hicieron esperar. Pelileo realizó el inicial; continuaron en Píllaro “por la misma causa”. También en Baños, Patate, Izamba, Guamote, Columbe, todos sangrientos, en particular porque la autoridad de España, triunfante en estas lides, castigó a los cabecillas de las insurrecciones con la pena de muerte en la horca …“Aprehendidos los culpados e instruida la causa se ahorcaron a todos los cabecillas, entre los cuales se incluyó la india llamada doña Lorenza” (Pedro Fermín Cevallos, obra citada).
En estos tiempos ya no hay cabida para semejantes acontecimientos, pero no quiere decir que ignore las órdenes de la autoridad.