En un día tan cercano a la Navidad quería hacerles un regalo, el mismo que me hizo un amigo. Les quiero recomendar una lectura. Es fácil de encontrar en Internet, no es muy larga y les aseguro que les ayudará a entender a ciertos líderes políticos, gobernantes, vecinos, compañeros temporales de viaje, trabajo, vía, vereda o de compras en un mercado. Les aseguro, su mirada sobre ciertas acciones, difíciles de entender racionalmente cambiará; les servirá en estos momentos duros, que todo parece indicar se pondrán peor el próximo año.
El libro se llama “Las leyes fundamentales de la estupidez humana”; su autor Carlo M. Cipolla un historiador económico italiano propone una teoría en relación a lo que considera “una de las más poderosas y oscuras fuerzas que impiden el crecimiento del bienestar y de la felicidad humana”: la estupidez.
Para Cipolla existen cuatro tipos de comportamiento, ninguno presente en estado puro: los individuos podemos ser incautos, inteligentes, estúpidos y malvados. La clasificación la hace estudiando cómo cada una de las acciones u omisiones contribuyen a obtener beneficios o pérdidas para sí o para los demás. La interacción con otras personas es inevitable, los otros siempre nos afectan de cierta forma: una persona inteligente es la que con su acción beneficia a los demás y a sí mismo, un incauto es el que beneficia a los demás a costo de perjudicarse, un malvado es el que perjudica a los otros para obtener un beneficio, y el estúpido se perjudica a sí mismo y a los demás.
No quiero ser una suerte de spoiler (como se define en inglés a quien da información que anticipa la trama de una película, una serie o un libro), echando a perder la lectura que les recomiendo, sin embargo les garantizo que las explicaciones son lo más importante, no hay desperdicio.
Cinco son las “leyes fundamentales” de la estupidez.
Siempre e inevitablemente cada uno de nosotros subestima el número de individuos estúpidos que circulan por el mundo.
La probabilidad de que una persona determinada sea una estúpida es independiente de cualquier otra característica de la misma persona.
Una persona estúpida es una persona que causa un daño a otra persona o grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio. Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de la gente estúpida, constantemente olvidan de que en cualquier momento, en cualquier lugar y en cualquier circunstancia tratar y/o asociarse con individuos estúpidos constituye un error costoso.
La persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa. La idea es simple, siempre existe un número constante de individuos estúpidos en la sociedad, pero cuando estos toman el control, las cosas se pueden poner muy mal para todos, porque el estúpido provoca más daños que el malvado y no se da cuenta de su condición. Disfruten de las fiestas y la lectura.
@farithsimon