Por USD 503,7 MM se ha denunciado perjuicios al IESS, supuestamente por informes de la Contraloría resultantes de exámenes especiales de auditoría médica y financiera, sobre prestadoras externas de salud que fueron contratadas por el IESS, frente a su imposibilidad de cobertura en sus propios establecimientos (julio 2012 a agosto 2015).
Solo he leído el informe de las unidades de salud de la Junta de Beneficencia y otros establecimientos médicos de Guayaquil, en que el monto -dentro del total indicado- sería US 393. 4 millones
En resumen: a todo lo facturado, hasta con centavos, porque no habría un centavo justificado, se tacha de “atraco”.
¿Será cierto aquello? La respuesta es no.
Estamos refiriéndonos a 173.638 expedientes de atención médica, con cerca de veinte millones de ítems singularizados. Elevadísimo número, pero todo soportado en sistemas informáticos. No cuestiono los ejemplos exhibidos, ¿cuántos son? Seguro que habrá en esos totales inclusiones dolosas, también diferencias de interpretación o errores. Lo más probable es que un porcentaje – muy lejos del 100% de lo facturado – tenga errores, y también que haya casos de actuaciones dolosas, pero éstas deben singularizarse.
No hay un trabajo de campo, factura por factura, ítem por ítem singularizado, sino una muestra cuya estructuración no ha sido informada. Un rumor es que la muestra está alrededor del 25% de los casos atendidos.
¿Qué hacer? Todos serenarse. Y que urgentemente se evidencie con el debido trabajo de campo, por el 100% de lo facturado, con auditores especializados, aun acudiendo a asistencia penal y auditora internacional, lo que es fraudulento y, por lo tanto, debe procesarse penalmente, y en qué casos hay errores o diferencias de interpretación, tanto en los centros médicos como en las auditorías, para que se refacturen valores.
Imponer que el sistema hospitalario devuelva USD 503,7 millones al IESS, sin evidenciar y puntualizar los casos de facturación dolosa, significaría su quiebra financiera. También causaría el agravamiento y la muerte de pacientes, porque habrá médicos preferirán salir del Ecuador antes que ser perseguidos políticamente, con amenaza de cárcel y de pérdida de sus bienes.
¿El sistema hospitalario ecuatoriano y la clase médica son como Sodoma, siglo XXI?: “(Génesis 18), Dios reveló a Abraham que destruiría Sodoma por medio de fuego y azufre, porque su pecado era muy grave e irreversible, y solo Lot y su familia podrían ser salvados. Abraham intercedió por los justos de la ciudad, y Dios le repuso que no la destruiría si, al menos, encontraba cincuenta justos en la ciudad. Dios, sin embargo, permitió a Abraham interceder hasta que se convenciera de que en Sodoma no había ni diez justos”.