LEGADO: “Aquello que se deja o trasmite a los sucesores, sea cosa material o inmaterial”. Nuestra existencia se caracteriza por tener un inicio, un espacio intermedio, llamado vida y un final. En ese ciclo cumplimos acciones positivas y negativas. La historia las acumula y las expone; nuestros descendientes las captan como ejemplos que los enorgullecen, si son correctas, o los avergüenzan si han sido incorrectas.
En nuestra América hay una gran contraposición del legado negativo de dictadores que han ocasionado la destrucción de sus países y el empobrecimiento de sus pueblos, mientras ellos, como clase privilegiada y dirigencial, han acumulado inmensas fortunas, alimentadas de la pobreza y del hambre de las inmensas mayorías populares a las que han esquilmado. En el lado opuesto están las naciones que, aunque atacadas por vicisitudes, mantienen con esfuerzo el ritmo democrático y la libertad.
El Ecuador atraviesa momentos difíciles, como consecuencia de medidas mal intencionadas e irresponsables, fruto de un ciego fanatismo, que culminaron con la transformación de una nación pacífica en una de las más convulsionadas del continente, por haber sido invadida por delincuentes, provenientes de varios continentes, que llegaron invitados, sin ningún control, a nuestro territorio, del que se han apropiado para instalar sucursales de grandes cárteles extranjeros de traficantes de drogas, aupados por políticos insensatos que, al incluirlos en la Asamblea y en otras instituciones gubernamentales, les entregaron un poder, tan grande, que se disputan el dominio territorial, en varias localidades, con enfrentamientos mortales de crueldad ilimitada. Nos acosan el crimen, las extorsiones, los secuestros, el sicariato ejecutado por niños y adolescentes. La inseguridad siembra temor, la justicia está contaminada, al igual que una pequeña parte de la policía y del ejército, lo que ha desembocado en la necesaria e indispensable contratación de una empresa privada para que combata a la narco política y al crimen organizado.
El panorama político presenta dos vertientes: la una, amiga de dictadores absolutistas y respaldada por ellos: Maduro y Ortega, integrada y tolerante con bandas delincuenciales. Ella amenaza con liberar y perdonar a sus compañeros condenados por probados actos de corrupción, pretende, si gana en las elecciones, perpetuarse en el poder y en el aprovechamiento ilícito de las riquezas estatales, apegada al ilegal proceder que ha caracterizado a sus partidarios, pero que es rechazado por el gobierno del mayor socio comercial de nuestro país, los EE. UU. y por otras naciones, de tal manera que, su presencia en el campo electoral, ocasiona un incremento del riesgo país con la consecuente limitación de las tan necesarias inversiones extranjeras.
La otra vertiente es la del candidato presidente, amigo del gobierno de los EE. UU. y de muchas otras naciones libres y prósperas. Él ha declarado la guerra a la narcopolítica y está empeñado en terminar con la violencia y la criminal delincuencia que, a base de terror, pretende apoderarse de nuestra patria. Es un demócrata enemigo de las dictaduras de Venezuela, Nicaragua y Cuba. No se ha visto involucrado en actos de corrupción y su presencia permitirá el descenso del riesgo país, con el consiguiente crecimiento de las inversiones internacionales. Su triunfo evitará el aumento de aranceles del principal socio comercial.
La economía del país presenta un superávit comercial, en el 2024 (se compró más de que se vendió). Las exportaciones del Ecuador a EE. UU. excedieron en 6.678 millones al valor de lo que se importó de EE. UU.. Es el mayor superávit desde que se instauró la dolarización.
Han crecido las exportaciones no mineras y no petroleras en un 16%.
Los principales productos que Ecuador exportó a EE. UU. fueron: camarón con un incremento del 15%; banano y plátano con un aumento del 19%; minerales y metales en un aumento del valor en un18%; cacao, frutas frescas, productos de la pesca, todos con incremento del valor en el 2024, con relación al 2023.
La exportación de flores es otro gran rubro de ingresos de divisas al Ecuador, pues el 60% son vendidas a EE. UU. y un 40% a otras naciones. En el año 2024 ese 60% fue de 580 millones de dólares.
No se puede desestimar el peso geopolítico de la decisión gubernamental, del Coloso del Norte, de prohibir a sus empresas la compra de petróleo a Venezuela. Si se mantiene la relación cercana de los gobiernos estadounidense y ecuatoriano, nuestro país compensaría, en parte, esa importante provisión.
Son evidentes los grandes beneficios que alentarían el progreso de nuestra nación con el triunfo de Daniel Noboa y los serios obstáculos que, para ese desarrollo, constituiría la presencia de la candidata de la Revolución Ciudadana.
Nos acecha el fantasma de un incremento inusitado de aranceles, por parte de EE. UU., si no se ratifica en la presidencia a Daniel Noboa. Habría una caótica disminución de las exportaciones, bajarían los ingresos a las empresas agrícolas y floricultoras que se verían forzadas a disminuir el número de plazas laborales, con el consecuente empobrecimiento de cientos de familias.
Dejemos a nuestros hijos y nietos la herencia de un país pujante, seguro, apartado de la corrupción, en pleno goce de libertad de prensa, de opinión y de democracia. Demos fin a la intolerancia, al odio, a la venganza, a la narcopolítica, al crimen organizado y a la delincuencia. No escojamos la vertiente equivocada que nos llevaría a una tragedia interminable y catastrófica. Respaldemos al candidato presidente, que ha tomado e implementará acciones importantes de cambio y progreso que darán valor y enaltecerán el legado que entreguemos a nuestros descendientes.